Tras terminar una semana de trabajo exhaustiva con algunos grandes momentos de esparcimiento. Todos esperábamos con ansia el viaje a AGRA para visitar una de las 7 maravillas del mundo, el TAJ MAHAL.
El viaje en bus fue interminable nuestros conceptos del espacio tiempo tan arraigados en nuestra mente pierden toda lógica y sentido en este maravilloso país. Tras casi 6 horas de viaje fuimos a cenar a un pequeño restaurante que debido a la hora tuvimos en exclusiva para nosotros y tras una buena y deliciosa comida muchas risas y unas fotos de grupo llegamos al hotel, como no, con una pequeño extravió antes de llegar. Totalmente destruidos llegamos a las habitaciones y caímos literalmente en las camas y tras una “siesta” de 3 horas nos levantamos a las 5 am para ver amanecer en el Taj majal.
Taj MahalTaj Mahal
Tras terminar el paseo nos dirigimos al hotel a recuperar energía con un buen desayuno, y tras un paso por boxes nos fuimos de nuevo al bus que nos llevaría esta vez a la fortaleza roja, sin duda su nombre viene del color de sus piedras pero por el calor que hacia fácilmente podría deberse su nombre a este hecho. Creo que la mayoría nunca pasamos tanto calor en nuestras vidas y cada vez que llegábamos a un lugar cubierto era digno de celebración, las vistas eran increíbles y la altura de los muros lo convirtió sin duda en un lugar prácticamente inexpugnable siendo a su vez un lugar de recreo y disfrute.
Tras 1001 fotos de grupo volvimos al hotel y comimos antes de ir a las habitaciones a descansar mientras que 4 intrépidos (o locos) se fuero a ver el “taj majal mini” y a las 6 nos reunimos todos nuevamente en la recepción del hotel para ir a ver la puesta de sol tras el TAJ MAJAL desde la terraza de uno de los hoteles mas increíbles de la ciudad, cuando llegamos ya se había puesto el sol aunque aun estuvimos a tiempo de ver la silueta en el horizonte de tan imponente construcción. decidimos pedir unos refrescos para disfrutar el momento y el Karma nos compenso con una preciosa tormenta eléctrica en el horizonte, posteriormente y tras haber recibido a un pequeño grupo de rezagados aventureros decidimos cenar en la terraza y comenzaron las risas y las bromas. Que continuaron hasta las 3 am en la “habitación 204”.
A las 7,30 empezamos el desayuno en el que nos fuimos encontrando con los camaradas de la noche anterior e iniciamos nuestro viaje de vuelta con una parada para admirar el “””” y la Mezquita en la cual los mercaderes nos acosaron de forma extrema y por lo cual no pudimos disfrutar de la vista y el lugar, eso si algunos salimos con la cabeza dolorida, las manos repletas y los bolsillos vacíos.
De camino y tras rezar unas cuantas veces en diferentes credos y religiones por las vacas y diferentes medios de locomoción que se interponían en nuestro camino paramos en un bar de carretera a comer, y tras lo cual proseguimos nuestro viaje que aprovechamos para hablar, dormir, pensar y relajarnos. Ya que la semana empezaba fuerte.
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