Hace un tiempo una amiga me recomendó los voluntariados del CES y empecé a buscar oportunidades por Europa, hasta que un día descubrí que había uno en una isla del Caribe que desconocía y me llamó mucho la atención. Lo que no sabía en ese momento es que tres meses más tarde estaría cruzando el Atlántico, con un grupo de voluntarias maravilloso, y podría descubrir esta isla mágica llamada Curaçao.
Esta experiencia ha sido preciosa, no sólo por lo bonita que es la isla, que es espectacular, sino por la gente con la que me he encontrado y que he tenido el placer de conocer.
Con el grupo de voluntarias con el que compartí la experiencia hicimos mucha piña, nos apoyamos mucho en todo momento, nos cuidábamos unas de otras y estoy convencida que me llevo una gran amistad.
La gente de la organización local era gente muy cálida, cercana, que nos acogieron con los brazos abiertos, fueron muy atentos y cariñosos, siempre me sentí en casa.
También tuvimos la gran suerte de hacer amigos allí que siempre recordaré, de los que aprendí mucho y con los que compartimos muchos momentos muy divertidos.
Mi voluntariado consistió en trabajar para una fundación llamada GreenKidz que daba clases gratuitas a escuelas sobre prevención de mosquitos, reciclaje, medioambiente y sostenibilidad.
Mi trabajo consistió en traducir sus e-learns al español y también en hacer vídeos instructivos para que los profesores de las escuelas de Curaçao pudieran dar el programa de prevención de mosquitos a todos los niños sin necesidad de que impartiesen la clase los docentes de GreenKidz. De esta manera, hacíamos llegar el programa de prevención de mosquitos, para concienciar de las enfermedades del Dengue, el Zika y el Chikungunya, a todos los alumnos de las escuelas en Curaçao y las islas de alrededor.
Hice una serie de 6 vídeos instructivos, con la participación de todo el equipo de profesores de GreenKidz, que fue un equipo maravilloso, me ayudó muchísimo y me facilitó el trabajo una barbaridad. Este proyecto me permitió aprender mucho tanto de mí misma como del equipo y la gente con la que tuve el placer de trabajar.
La verdad que he sido muy feliz estos tres meses en Curaçao, estoy muy agradecida de haberlo podido vivir y haber podido descubrir este pedacito del Caribe.
Me llevo la experiencia y toda la gente que he conocido en mi corazón.
Abrazo!
Júlia