Ya hemos terminado nuestra estancia en la finca que Tomillo tiene en el valle del Tietar, ha sido una experiencia inolvidable y aunque el grupo de voluntarios era pequeñito, la experiencia ha sido muy buena.
La actividad principal estaba centrada en la realización de pequeñas obras de mejora del espacio, por lo que todos los días, por la mañana hemos trabajado en diferentes alternativas; como un puentecillo, un vallado, limpieza del cauce de los canales de agua que dan servicio a la finca, etc… Ha sido un trabajo gratificante, donde hemos utilizado nuestro ingenio y esfuerzo conjunto para, entre todos, y utilizando materiales reciclados, poder mejorar aspectos de la finca que ahora servirán para que otros grupos de jóvenes puedan llevar a cabo otras actividades. Ha sido un trabajo en equipo, donde cada uno ha podido aportar sus ideas y sugerencias para, con todas ellas sacar adelante el trabajo.
También hemos podido realizar actividades de ocio, yendo todos los días, después del trabajo y así relajarnos, a darnos un baño a las piscinas naturales que forman las gargantas de los ríos (merece la pena una visita) o visitar el entorno cultural más cercano; Castillo y monumentos de Oropesa de Toledo, Puente Romano de Madrigal de la Vera, Castro Celta del Raso, Candeleda, etc… O compartir cosas de cada uno de nuestros países para conocernos mejor.
Y lo que más nos ha gustado, las rutas de senderismo, donde hemos podido conocer mejor el medio natural y acceder a sitios de gran belleza.
Lo más difícil, el calor sofocante, al que muchos no estamos acostumbrados.
La verdad, el tiempo se ha pasado volando y cuando nos hemos querido dar cuenta , ya estabamos acabando, y para terminar bien, qué mejor que hacer una pequeña fiesta de inauguración de las obras realizadas, brindando por que duren mucho y agradeciendo a todos los que han formado parte del equipo su esfuerzo y entusiasmo.
¡¡Ah¡¡ Se me olvidaba, lo mejor, mejor, ¡la comida! Muchas gracias Pilar por esos platos tan ricos que nos has preparado y con los que todos los días nos chupabamos los dedos, ¡esto si que es conocer la comida española!
¡Hasta la próxima!
Esther y Lucía
