¡Hola, amigos!
Poco a poco arrancamos el programa de trabajo. Los días son muy intensos y a las 8 de la tarde ya estamos agotados, pero también muy satisfechos de resultar de ayuda y de todo lo que estamos aprendiendo.
José Ángel, Laura, Federico, Carmen y MercedesHemos comenzado tratando con niños en colegios de aldeas rurales y como asistencia sanitaria en el centro médico de Patzún. El trato con los más pequeños es muy especial: se vuelven locos por jugar con esos forasteros de piel blanca y pelo rubio que llegan para enseñarles, y a nosotros, no nos queda otra que caer rendidos ante su emoción.
En el centro de salud la experiencia es mucho más compleja, pero también más enriquecedora, tratando de aplicar nuestros conocimientos ante una sociedad totalmente diferente a la que conocemos, asimilando las distintas realidades que se nos presentan.
Por otro lado, las viviendas de nuestras familias se han convertido en nuestro hogar, llenándose todo de respeto y cariño y adaptándonos a esta extraña mezcla de culturas que al final acaba siendo extraordinaria.
Y así, entre charlas y consultas, canciones y cartulinas, agotadoras jornadas de juegos, tentadoras tortillas de frijoles y guacamole y la gran intensidad del día a día, se nos ha escapado nuestra primera semana. Y por supuesto, esto no se para: ¡ahora nos espera una escapada de aventura!
Escribiremos pronto,
¡Saludos guatemaltecos!
José Ángel, Laura, Federico, Carmen y Mercedes