Nepal es un país tan lejano como fascinante, donde la paz se respira en cada rincón. Se trata de una paz que impregna con su manto el aire de las montañas y que recorre cada piedra de los numerosos templos budistas e hinduistas que inundan su geografía. En Nepal, la paz aquieta el corazón y silencia la mente, conectándonos con nuestras capas más profundas para recordarnos que lo único que existe realmente es el momento presente.
Pese a tratarse de un país pequeño, Nepal cuenta con una amplia variedad de territorios, que van desde las gélidas cumbres del Himalaya hasta las planicies selváticas del Terai, desde las colinas del cinturón del valle de Katmandú hasta la majestuosidad del monte Everest, la cima más alta de la Tierra.
Además Nepal es un país donde conviven más de sesenta etnias. El grupo más numeroso lo conforman los nepalíes, un pueblo descendiente de los khas o pahari (montañeses), pero también están los madhesi, los pobladores de las llanuras del Terai, los newa, un pueblo originario del valle de Katmandú, y los magar que se asientan entre las zonas de Dhawalagri y Gandaki y los distritos norte de Repti y Lumbini.
Nepal, un lugar donde los jóvenes aprenden a respetar la diversidad
Dentro de su programa “Verano Internacional Solidario”, AIPC Pandora, ONG líder en educación global, organiza un programa educativo en Nepal, en concreto en el distrito de Chitwan, al suroeste del país, un área dedicada principalmente a la agricultura. El programa permite a los jóvenes sumergirse de lleno en la cultura nepalí, conviviendo con familias locales e integrándose en la vida diaria de la comunidad. A través de diversas actividades de voluntariado, los jóvenes participan en tareas de educación y conservación medioambiental, contribuyendo a la mejora de las condiciones de vida del pueblo nepalí, y sobre todo, viviendo experiencias que les enseñan a respetar y valorar la diversidad. Los jóvenes enseñan inglés a niños en la escuela, realizan con ellos actividades educativas y de ocio, y participan en proyectos de agricultura sostenible en granjas locales. Además, durante su estancia en Nepal, los jóvenes realizan diversas actividades culturales y deportivas, como practicar trekking o aprender danzas tradicionales nepalíes, y visitan numerosos lugares de interés, como el santuario de Devghat o el Parque Nacional de Chitwan.
Para los mayores de 18 años, AIPC Pandora organiza también en Nepal, en concreto en una comunidad rural del valle de Katmandú, un programa cuyo objetivo es apoyar al profesorado en una escuela de primaria, combinando actividades de limpieza y conservación medioambiental, impartiendo clases de inglés a niños de 4 a 10 años y participando en actividades de desarrollo comunitario dentro de la aldea.
Nepal, un país donde los jóvenes pueden adquirir numerosas competencias transversales
El programa educativo de AIPC Pandora en Nepal supone una excelente oportunidad para conocer la cultura, la religión y la imponente naturaleza de uno de los países más exóticos del planeta. En el aspecto personal, la experiencia permite a los jóvenes desarrollar numerosas competencias emocionales e interpersonales, entre las que destacan el trabajo en equipo, la empatía, las habilidades de comunicación, la creatividad o la resiliencia. El alojamiento con familias locales, el contacto con sus gentes, el apoyo a los niños en las escuelas, la práctica del inglés y la implicación en proyectos culturales y medioambientales suponen para los jóvenes una experiencia transformadora que marcará sin duda el resto de sus vidas.
Es imposible hablar de Nepal y no citar al mítico Himalaya. La presencia de la cordillera del Himalaya, la más alta de la Tierra, está casi siempre presente desde cualquier punto de vista. Su superficie incluye más de cien cimas que superan los 7.000 metros y nueve cimas que alcanzan los 8.000 metros, entre ellas el Monte Everest, la montaña más alta del planeta.
Las montañas de Nepal están adornadas con miles y miles de banderas de vivos colores que se mezclan con el radiante azul de su cielo. Sus hermosos templos budistas e hinduistas, sus bulliciosos mercados, su gente jovial y hospitalaria y sus majestuosas montañas son las señas de identidad de un país que deja una huella imborrable en todos sus visitantes.
Nepal es un pequeño país multicultural, flanqueado por dos gigantes – China e India -, repleto de atractivos y habitado por personas de una amabilidad desbordante. Nepal es también el destino de miles de personas que buscan refugio espiritual en sus templos y monasterios y el lugar preferido por montañeros de todo el mundo.