Una experiencia personal:
Cuando mis amigos y familia me preguntaban por mis vacaciones y yo les decía que iba de coordinadora con un grupo de chavales en un programa llamado Verano Intercultural Solidario en Sudáfrica, la mayoría de ellos hacía la siguiente pregunta: ¿qué es eso exactamente?
Entonces yo intentaba explicarles que es un proyecto para menores de entre 13 y 18 años para vivir una experiencia intercultural en una familia, aprender y mejorar un idioma y, además, colaborar en un proyecto de voluntariado en la comunidad local.
Lo cierto es que esto es la descripción general, pero cuando llegas aquí te das cuenta que esta experiencia es mucho más: es la oportunidad de tener hermanos y padres de otra nacionalidad y cultura que comparten contigo sus tradiciones, su deliciosa comida y su forma de ver el mundo, es la oportunidad de visitar nuevos lugares y, sobre todo, es la oportunidad de conocer que hay muchas realidades diferentes de las que sacar algo maravilloso.
Primeros días en Ciudad del Cabo
Aterrizamos en el aeropuerto de Ciudad del Cabo el 3 de julio, donde nos estaba esperando Fadia, nuestra encantadora amiga y contacto en Sudáfrica. Tras cenar en un centro comercial con vistas al mar y al llamado Waterfront (con una mini noria como la de Londres), pasamos la noche en un albergue, esperando con ansia que llegase el día siguiente y pudiésemos comenzar a ver la ciudad.
Comenzamos el día con una orientación sobre Sudáfrica y Ciudad del Cabo, para que todos nos hiciéramos una idea general del país y su historia. Después, llegó la parte divertida, con un recorrido por el centro histórico, incluida la entrada al museo del Distrito 6, en el que se puede leer cómo las leyes del apartheid hicieron que se demolieran las casas en esa zona, obligando a miles de personas a mudarse y abandonar sus hogares. Al acabar la comida, continuamos nuestro paseo con guía por Company Garden, una zona ajardinada que nos encantó a todos.
Sus ardillas no tienen miedo de nada y se acercaban a tu pierna para que las dieras de comer como lo más normal del mundo. Al lado del Museo de Sudáfrica, frente al parque, hay una vista espectacular de Table Mountain en la que nos hicimos la foto de grupo más chula hasta el momento. Nuestro tour guiado terminó en Bo Kaap, la zona en la que viven nuestras nuevas familias y donde vamos a hacer el voluntariado.
Este área es donde viven muchos de los descendientes de los esclavos que fueron traídos de Malasia y actualmente tiene una gran comunidad musulmana, con varias mezquitas en la zona. Muchas de las casas están pintadas con colores muy llamativos y vivos, lo que te ayuda a empezar a conocer cómo son las familias que viven en ellas, personas muy cercanas y amables que abren su hogar y su cultura a gente de todo el mundo. Por la tarde, en el Centro Cívico Bo Kaap, llegaron las familias de acogida y, junto a nuestros nuevos hermanos y algunos padres, hicimos un taller de bombos africanos en el que nos reímos mucho y empezamos a coger confianza. Cuanto terminó, llegó el momento de ir a casa para instalarnos y comenzar la verdadera experiencia: vivir con otra familia. No puedo decir cómo fue para todos pero sí puedo contar cómo fue para mí: Nada más llegar, mi madre me puso a cocinar chellybites (creo que se escribe así) una comida tradicional para romper el ayuno durante el Ramadán.
Fue genial empezar a ayudar y a participar desde el minuto 0 y mi madre Hajira Eli (yo la llamo Ma) es increíble, con un gran sentido del humor, los pocos días que llevo en su casa, no he podido parar de preguntarle de todo sobre el Ramadán y las distintas costumbres y tradiciones que hay en una familia musulmana. Ella siempre tiene una sonrisa y contesta a todas mis dudas, incluidas las más tontas. :)Podría seguir horas, hablando de todo lo que nos ha cundido en estos días pero hay que dejar cosas para los siguientes post ¿no? En el siguiente, os seguiré contando más sobre mi nueva familia y sus tradiciones y también sobre el voluntariado que estamos haciendo por las tardes. 🙂
Muchos besos de vuestra corresponsal temporal en Ciudad del Cabo, Esmeralda.
