Y por fin estamos en Nablús.
Después de un viaje algo cansado, hemos conseguido llegar a nuestro destino esperado. Veníamos comiéndonos las uñas, con mucha ilusión y nervios por ver lo que nos esperaba, y sin duda por ahora no nos ha decepcionado en absoluto. Nos hemos encontrado con gente estupenda y súper amable, desde el chofer que nos trajo del aeropuerto de Tel-Aviv al Askar Camp, hasta toda la gente que trabaja aquí y que nos ha recibido con los brazos abiertos.
Dormimos todos en comuna en el mismo campo, en una habitación que cumple realmente todo lo que necesitamos. Tenemos baño, ventilador y hasta una nevera para guardar el agua fresquita, vamos, que no nos podemos quejar. Lo que es una pena es que tod@s l@s palestin@s se encuentran haciendo el Ramadán en la actualidad y no podemos disfrutar de su compañía mientras comemos. Por otro lado hay que decir que la comida es estupenda. Además, ya hemos podido cambiar dinero y comprar algo de comida para nuestros desayunos.
La verdad que estamos todos y todas con unas ganas tremendas de que esto empiece a rodar, de que llegue mañana y conversemos sobre las actividades que vamos a realizar con los niños y niñas. Venimos con muchas ideas y esperamos poder compartir nuestra experiencia con la gente de aquí, y además estamos segur@s de que podremos aprender muchísimo de l@s monitor@s y gente palestina. Es realmente un honor y un placer para nosotr@s encontrarnos aquí.
Esta tarde saldremos a dar una pequeña vuelta por los alrededores de Askar para ir familiarizándonos con el entorno y tomar un poquillo el aire, que nunca viene mal…
Veremos lo que nos depara el mañana…