Aunque sea una frase manida, esos veintiún días han pasado volando. Aunque sea una frase manida, he aprendido mucho. Aunque sea una frase manida, la experiencia ha sido compartida con inmejorables compañeros que se han convertido en amigos. La estancia en Casa do Caminho ha sido sencillamente impresionante. Tanto, que por más que lo intentara no podría escribir todo lo que debería para expresar lo que ha significado.
Me quedo sin dudarlo con la gente, con todos esos niños y niñas tan fuertes, tan sonrientes, siempre dispuestos a abrazarte y no soltarte, a seguir jugando y viviendo caiga el chaparrón que caiga. Dispuestos a reinventarse y seguir… actitud que jamás había visto tan marcada en ninguna otra persona. Y, me parece que nada puede ilustrar mejor lo que todo esto simboliza como una poesía que escribió nuestro coordinador un día de inspiración:
Oh, Casa do Caminho, que cuidas de los niños!
Tú les das de comer, y también de beber!
Irene Gallego