Ya llevamos una semana absorbiendo Bamako desde el momento de la llegada, hipnotizados por sus colores, olores, sabores y su gente acogedora. Absorbidos por los proyectos, nos faltan horas para llevar a cabo todo lo que se podria hacer. En Fruits d’Or, los padres de los chavales apadrinados nos han dado una gran fiesta, con musica, baile y un obsequio a Pandora; nosotros hemos preparado una ensaladilla rusa de estrella Michelin. En Kanuya nos han acogido con los brazos abiertos. Estamos expectantes para ver todo lo que podemos aportar a unos chicos que proceden mayormente de zonas rurales y que han venido a la locura de la cuidad a buscar una salida, a esta ciudad que, pese a todo, y como todas, es el lugar de los posibles.
Blog
¡La educación internacional, más necesaria que nunca!
El 23 de junio de 1932, un grupo de 23 jóvenes llegaron a Francia, conducidos por Donald Watt, el fundador americano de una organización cuyo