Cuadernos de Viajes Solidarios. Ecuador Agosto 2010 (2): Un terremoto de 7,2… y la Amazonía

La mañana siguiente de nuestro último post nos despertó un temblor de tierra que afectó a casi todo el Ecuador y que registró la nada despeciable cifra de 7,2 grados en la escala Ritcher. Una nada recomendable manera de empezar un nuevo día, pero que afortunadamente no produjo ningún daño ni ninguna víctima en el país. Eso sí, el susto no nos lo quitó nadie.

Aparte de eso, el proyecto continuó su curso, y el contacto y el cariño con los niños aumentó cada día, para entrar en la última semana con la mente ya puesta en el campamento que iba a tener lugar durante el fin de semana, último de nuestra estancia en Saraguro. Hoy, de hecho, estamos todos un pelín tristes.Acabamos de volver de dicho campamento y, además de muy cansados, la cena ha girado en torno a nuestros respectivos «ojitos derechos». O dicho de otra manera, a los niños que a cada uno de nosotros más nos han robado el corazón durante estos días y que ahora mismo nos cuesta mucho pensar que quizás no volvamos a verlos nunca. Revisamos las fotos una y otra vez y conservamos (seguramente para siempre) su recuerdo en nuestra memoria, en donde para siempre continuarán siendo niños.

Como se puede notar, y quien esto escribe no puede evitar (ni quiere hacerlo), cierta nostalgia nos cubre ahora mismo. Esto se acaba y, mezclados con las ganas de volver a nuestras casas y disfrutar de sus comodidades y ver a nuestra gente, la pena y la tristeza de abandonar este lugar que tanto y tan bien nos ha acogido durante este mes están muy presentes. Supongo que al resto de viajeros solidarios de los demás viajes les pasará lo mismo. En realidad, así se lo deseo…

Ahora recordamos como lejano la aventura que vivimos tan sólo el pasado fin de semana, cuando pusimos rumbo a la Amazonía, la selva y su magia. Fuimos a la región de Zamora, hicimos noche en Nangaritza y al día siguiente navegamos durante horas el río homónimo hasta la misma frontera con Perú. Allí, además de jugar un partido de «ecuvoley» (nuestro voleibol… pero con balón de futbol) con el destacamento militar ecuatoriano fronterizo con Perú (en plena selva y rodeados tan sólo por la selva), hicimos la ruta que lleva hasta el Laberinto de las Mil Ilusiones, un conglomerado de piedras gigantestas colocadas hace miles de años en mitad de lo que hoy es selva. Un impresionante espectáculo para la vista y probablemente el sueño de cualquier buen aventurero.

Eso sí, de regreso hicimos parada en Vilcabamba, un valle que alcanzó la fama hace unas décadas por el inusual número de residentes que alcanzaban la edad de 100 años, llegando incluso a darse con relativa frecuencia registros de personas de hasta 120 años de edad. Allí, rodeados de piscina y sala de masajes, hicimos una ruta a caballo y nos tomamos un merecido descanso tras las fatigas de los días vividos entre la humedad de la Amazonía. Una perfecta manera de cargar las pilas y afrontar la última semana de microproyecto con renovadas energías.

Una semana que ahora concluye. Mañana nos tocará despedirnos de nuestras familias y de la ciudad, hacer nuestras maletas y emprender el viaje de regreso a Quito, desde donde el martes pondremos punto y final a esta aventura, que para todos nosotros a supuesto mucho más que un viaje o unas vacaciones. El paso de los días y las semanas se encargarán de ponerle el calificativo que másse ajuste, pero desde ahora podemos decir sin miedo a equivocarnos que ha sido una experiencia que jamás olvidaremos y que ya siempre nos pertenecerá a quienes decidimos pasar el mes de agosto de 2010 en las tierras del pueblo saraguro.

Un pueblo del que nosotros ya formamos parte un poco…

Compartir Post

Más entradas

¿Quieres sabes más de nuestros programas?

Contáctanos sin compromiso

0
    0
    Your Cart
    Your cart is emptyReturn to Shop