Laos es una tierra llena de magia y exotismo que rezuma autenticidad por los cuatro costados. Grandes cascadas, monjes con túnicas de color azafrán, arrozales deslumbrantes, bosques tropicales, verdes colinas, templos de oro y lujosas mansiones indochinas conforman un paisaje único en el mundo.
Laos es un país de tradición budista, sin salida al mar, con una cultura ancestral que esconde innumerables secretos, con una herencia colonial que inunda de nostalgia muchos de sus rincones, y con una naturaleza salvaje que asombra por su majestuosidad.
El programa “Verano Internacional Solidario en Laos” de AIPC Pandora es una oportunidad excelente para que los jóvenes se adentren en una cultura tan desconocida como apasionante y vivan una experiencia que marcará un punto de inflexión en sus vidas.
Dos proyectos de voluntariado: educación y construcción comunitaria
El programa “Verano Internacional Solidario en Laos” se desarrolla principalmente en Ban Houakhoua Village, un pequeño pueblo situado a unos 25 km de Vientiane, la capital de Laos, y en Luang Prabang, una ciudad ubicada en en el centro de las montañas, antigua capital del país y la ciudad mejor conservada de todo el sureste asiático. Por su belleza Luang Prabang fue declarada Patrimonio de la Humanidad por la Unesco en 1995.
Los jóvenes participan en dos proyectos de voluntariado, uno de educación, impartiendo clases de inglés a niños y niñas en una escuela de enseñanza primaria, y otro de construcción comunitaria, colaborando en las tareas de rehabilitación de un templo o de una escuela local.
Durante el programa los jóvenes participan en numerosas actividades culturales y se alojan tanto en residencias como en hogares de familias locales, con las que conviven a diario, sumergiéndose en la cultura laosiana.
A Laos se la conoce como el “reino del millón de elefantes”, aunque la verdad es que el número de paquidermos que se pasean por sus tierras no supera en la actualidad los mil ejemplares. Laos ha vivido durante casi diez décadas de espaldas a las influencias extranjeras, debido a la Guerra de Indochina, que duró desde 1946 hasta 1954 y que enfrentó a Francia y la alianza Viet Minh liderada por Ho Chi Minh por el control de la zona, y al posterior aislamiento derivado del régimen comunista.
Ese hermetismo ha posibilitado que muchos pueblos de Laos hayan mantenido intacta su fisionomía, que la mayoría de sus costumbres ancestrales hayan permanecido inalteradas a lo largo de los años, y que sus asombrosos paisajes naturales se hayan mantenido vírgenes.
Un programa que aporta a los jóvenes numerosas experiencias
El programa “Verano Internacional Solidario en Laos” está dirigido a jóvenes cuya edad oscila entre dieciséis y dieciocho años y ofrece a los participantes una amplia variedad de alicientes que les aseguran una experiencia realmente transformadora. Durante su estancia en Laos los participantes conocen la realidad educativa del país, imparten clases de inglés a niños y niñas de una escuela local y apoyan al profesorado en diferentes tareas. Además, los jóvenes colaboran en varios proyectos de rehabilitación, restaurando algunos templos y escuelas de la zona.
El programa incluye numerosas actividades culturales y excursiones que permiten a los participantes adentrarse en la vida laosiana y disfrutar de su naturaleza y su cultura. En todo momento, los jóvenes están supervisados por coordinadores con una dilatada experiencia, que aseguran su bienestar, les acompañan durante todo el programa, incluyendo el viaje de ida y vuelta, y les apoyan en todas sus actividades.
Laos es sin duda un lugar único en el mundo para vivir una experiencia apasionante, y que servirá a muchos jóvenes para ampliar su visión del mundo y transformarles en adultos tolerantes, conscientes y responsables.
