Bután y Nepal son dos países unidos por la cordillera del Himalaya, el budismo y un profundo respeto a la naturaleza. Bután, un país desconocido para muchos, ha sido el primer país del mundo cuyo gobierno ha antepuesto claramente la felicidad de sus habitantes a cualquier objetivo económico. Nepal, el país donde se encuentran las montañas más altas del planeta – como el Everest, la cima más alta del mundo con sus 8.844 metros – es el paraíso de los senderistas y de muchos viajeros que buscan refugio espiritual.
Ambos países son la base geográfica donde se desarrolla el programa educativo “Voluntariado Internacional Solidario en Bután y Nepal”, organizado por AIPC Pandora. El programa, que combina acciones de voluntariado en escuelas locales con actividades de intercambio cultural y apoyo escolar, está dirigido a jóvenes de 16 a 18 años, y se localiza en Katmandú, la capital de Nepal, y las ciudades butanesas de Timphu, Paro y Haa.
Bután, el país de la Felicidad Nacional Bruta
Bután es uno de los países más pequeños y despoblados del mundo. Su superficie apenas supera los 40.000 km² y su población no alcanza los 800 000 habitantes. Pero Bután llama la atención por una decisión inusual: hace años que sus gobernantes empezaron a medir el grado de felicidad de sus habitantes, por encima de los indicadores económicos tradicionales como el Producto Interior Bruto, la Tasa de Desempleo o la Renta per Cápita. Para ello utilizan herramientas que les permiten medir el tiempo que los ciudadanos butaneses pasan con su familia, cuánto tiempo dedican a jugar con sus hijos o cuántas horas destinan al ocio. Esta singularidad convierte a Bután en un país único en el mundo y a su índice “Felicidad Nacional Bruta” (FNB) en una referencia extraordinariamente llamativa para muchos economistas, políticos y educadores de todo el mundo, que buscan nuevas vías para el desarrollo de sus sociedades.
Bután, una monarquía constitucional encabezada por la dinastía Wangchuck, es un ejemplo de cómo la filosofía budista se ha materializado en medidas concretas que intentan mejorar la vida diaria de la gente.
AIPC Pandora es pionera en la organización de programas educativos internacionales en Bután, un país dónde la reflexión sobre los indicadores de crecimiento del país se centran en la felicidad y no en el dinero, y donde la exposición a los valores mas humildes y sinceros de la humanidad están muy presentes. Quizás este modelo no tenga aún viabilidad fuera de sus fronteras, pero sin duda se trata de un experimento fascinante del que tenemos mucho que aprender.
Nepal, el país de las mil culturas
Nepal es un destino exótico que cada año acoge a miles de visitantes que buscan en sus imponentes montañas, sus templos y su cultura una experiencia diferente. A pesar de contar sólo con una superficie de unos 140.000 km2, Nepal es un país multicultural donde conviven más de 60 etnias: nepalíes, madhesi, newa, magar, tamang, gurung, sherpa, janajati, tharu, kirat, etc. Su población es mayoritariamente hinduista, pero también cuenta con una larga tradición budista, concentrada sobre todo en la zona de Lumbini, la ciudad donde nació Siddartha Gautama hace unos 2.500 años. Esta diversidad convierte a Nepal es un espacio de tolerancia y respeto, donde la amabilidad y la alegría son dos rasgos comunes en la mayoría de los nepalíes.
“Voluntariado Internacional Solidario en Bután y Nepal”
“Voluntariado Internacional Solidario en Bután y Nepal” es un programa educativo internacional organizado por AIPC Pandora dirigido a jóvenes de 16 a 18 años. El programa garantiza una inmersión total en las milenarias culturas de estos dos países de la cordillera del Himalaya, y está coordinado por un equipo de profesionales con una amplia experiencia internacional. “Voluntariado Internacional Solidario en Bután y Nepal” combina acciones de voluntariado enescuelas locales con actividades de intercambio cultural y apoyo escolar.
A lo largo del programa, los jóvenes se implican en proyectos de la comunidad local, desarrollan actividades en un festival cultural, y ayudan en tareas educativas con niños, impartiéndoles clases de inglés básico y apoyándoles en otras asignaturas y temáticas. Además los jóvenes conviven con familias de acogida, realizando tareas de mantenimiento del huerto ecológico, ayudándoles con el ganado y colaborando el los campos de arroz. En Bután los jóvenes conocen el concepto de “Felicidad Nacional Bruta” y aprenden a extrapolarlo a la realidad social del país. Asimismo los jóvenes realizan varias excursiones durante el programa que les permiten conocer a fondo la cultura y los imponentes paisajes de ambos países asiáticos.
Si estás interesada o interesado en el programa “Voluntariado Internacional Solidario en Bután y Nepal” de AIPC Pandora, ponte en contacto con nosotros en este mail (vis@aipc-pandora.org)