A pesar de su juventud, nuestros participantes observan con una madurez asombrosa su entorno y con muy pocas palabras son capaces de trasladarnos a las realidades de los lugares donde están realizando sus programas de voluntariado. En este caso, una visión cruda pero realista de lo que sucede en un país como India donde quedan muchas cosas por hacer pero poco a poco, entre todos, avanzamos.
Inquietante testimonio de Claudia Martínez y Claudia Romero dos participantes de 17 años en el programa de Verano Internacional y Solidario:
«En rincones de la India los dioses parecen haberse olvidado de aquellas mujeres que aspiraban a ser, que soñaban con galerías de arte y educación; o que simplemente no pensaban, porque nadie les enseñó a hacerlo.
En pequeños cuartos que son hogares de familias enteras con menos capacidad que nuestros trasteros (en los cuales se alojan todas las cosas que no nos hacen falta), viven personas que quizás no distingan la pesadilla de una noche con la rutina de la mañana siguiente, niñas que con 12 años han cedido su vida a hombres de 30, que han perdido su identidad, la oportunidad de realizarse, que han visto morir a sus hijos; incapaces de salir de su pobreza al estar estancadas con la ganancia de una mísera rupia al día, o simplemente encontrarse en el paro, porque las palizas que reciben les impiden moverse o hay palabras que les prohíben salir de casa; porque ser mujer no es ser persona.
Y al vivir en la tormenta, la lluvia parece perfecta, y la mayoría de ellas piensa que la igualdad de género ya existe, pero se llenan de miedo cuando sus maridos las oyen responder a preguntas de una encuesta que va dirigida a ellas y a su felicidad. Pero aunque sus caminos ya hayan sido dictados por otros, les mueve la esperanza de ver a una siguiente generación de mujeres libres y trabajadoras, que puedan llegar tan alto como no cabría imaginarse.
Aun así, de momento, ¿qué se puede hacer si la mayoría dice con una sonrisa que no han tenido la vida que aspiraban? ¿Y qué hacer si no han podido aspirar a nada?
Atentamente, la verdad inconfesable de las mujeres de Chamaraga Nagar»