Antes de emprender el viaje a Perú tenía mis preocupaciones, ya que la información llegó casi a la última hora, pero fui paciente y positiva ya que tenía muchas ganas de trabajar como voluntaria y poder dar un granito de mí. Al final todo llegó y los resultados están siendo excepcionales.
En cuanto al proyecto, me gustaría recomendar a todo el mundo que se animen a hacer un voluntariado. Es muy gratificante obtener las sonrisas y abrazos de los niños y que te saluden en inglés (asignatura que les estoy dando), esto muestra también su lado de compromiso y agradecimiento.
Voluntariado Internacional en PerúLa familia con la que vivo son encantadores, me recogieron del aeropuerto, están siempre pendientes de si estoy bien, si la comida que preparan me gusta, etc. La verdad es que no tengo complicaciones para comer – me encantan los jugos (zumos) naturales que preparan para desayunar (papaya, piña, maracuyá, etc.). Perú y Cuzco son muy conocidos por la variedad de patatas (papas dicen aquí – hay más de 300 variedades en el país), de modo que en casi todas las comidas aparecen cocinadas de forma diferente, también preparan arroz, pollo, pescadito, en fin un poco de todo.
Por las tardes y fines de semana aprovecho para hacer turismo. Cuzco está lleno de sitios encantadores, la ciudad en sí es mágica y luego están las ruinas incas, la gente es generosa aunque al turista le intentan subir un poco los precios, siempre hay que negociar – cosa que no estamos acostumbrados en España.
En general todo positivo y con ganas de continuar enseñando y conocer más de la cultura peruana.
María José Presencia
