¿Estoy realmente preparado para enfrentarme al mercado laboral? Esta es la pregunta que cada día se formulan la mayoría de nuestros estudiantes universitarios. Debido a la frenética evolución que experimentan las nuevas tecnologías, el escenario laboral se está reconfigurando a un ritmo vertiginoso. Por esa razón los profesionales del mañana deberán adaptar su formación académica a las exigencias futuras, a la vez que deberán desarrollar un perfil que encaje con profesiones que probablemente aún ni existan.
El futuro del trabajo estará lleno de nuevos retos
Aunque el futuro siempre ha estado y estará marcado por la incertidumbre, en AIPC Pandora hemos detectado algunas señales que nos permiten reconocer cuáles serán algunas de las competencias más demandadas en el futuro por las empresas. Sin duda, la clave se encuentra en las competencias transversales, las llamadas “soft skills”. Si quieren afrontar el futuro con plenas garantías, los jóvenes deberán completar sus aptitudes técnicas – adquiridas durante su período de educación tradicional – con competencias transversales. El futuro del trabajo se caracterizará por estar enmarcado en un entorno cambiante, global y con un gran número de retos que las nuevas generaciones deberán afrontar.
¿A qué nos referimos exactamente cuando hablamos de competencias transversales?
Todos reconocemos inmediatamente las aptitudes técnicas. Son las que se adquieren con los estudios superiores o universitarios específicos para para cada disciplina profesional. Sin embargo, las competencias transversales no nos resultan tan familiares. ¿La razón? Se trata de un concepto relativamente nuevo.
Las competencias transversales se asocian a habilidades que favorecen el desarrollo del individuo en un entorno organizativo, es decir, se trata de aptitudes que nos permiten desenvolvernos en diversos ámbitos de la vida. Estas competencias incluyen la creatividad, la empatía, la inteligencia emocional, el trabajo en equipo o la adaptabilidad. Y todas se han mostrado imprescindibles en el ámbito laboral.
¿Por qué las competencias transversales son tan importantes?
Numerosos informes como “The Future of Jobs Report 2018”, realizado por el Foro Económico Mundial, o “el Futuro del Trabajo”, publicado por el Fondo Monetario Internacional, han demostrado que el trabajo está evolucionando hacia la automatización de las tareas mecánicas. En otras palabras, cada vez nos apoyamos más en las máquinas para desarrollar las tareas más mecánicas y repetitivas. Por esa razón, es evidente que las habilidades que las empresas valorarán más serán aquellas que nos diferencian de las máquinas, aquellas que jamás podrá adquirir un robot.
Las procesiones del futuro incluirán tareas complejas de análisis, confrontación de problemas y habilidades sociales. Y para todas ellas será imprescindible la utilización de competencias transversales.
¿Cómo podemos desarrollar las competencias transversales?
Lo prioritario es incorporar la enseñanza de las competencias transversales en las aulas. Para ello será necesario formar primero a los pedagogos para que estén capacitados para impartir un enfoque internacional que inspire a los jóvenes y les incite a viajar y conocer otras culturas e idiomas. En esta línea llevamos trabajado en AIPC Pandora desde hace varios años, colaborando con diversas universidades españolas, y proporcionando el contexto perfecto para el aprendizaje de las competencias transversales. Nuestros programas permiten a los jóvenes enfrentarse a otras realidades, retos, experiencias y culturas. Como demuestran nuestros estudios de impacto, los jóvenes que participan en nuestros programas educativos internacionales aumentan su nivel de resiliencia un 94%, y mejoran sus habilidades de trabajo en equipo y su empatía en un 91%.
¿Qué aportan los programas educativos internacionales de AIPC Pandora?
Nuestros programas de voluntariado internacional brindan a nuestros jóvenes la oportunidad de aplicar tanto sus conocimientos técnicos como el desarrollo de sus competencias transversales. La participación en proyectos de intervención directa en entornos en desarrollo y relacionados con sus estudios académicos supone para los jóvenes una experiencia realmente transformadora. Los participantes regresan cambiados y muy satisfechos con lo aprendido. Así lo expresa Javier López Anastasio, tras haber participado en un voluntariado en Tanzania: “Estas semanas han marcado un antes y un después en nuestras vidas. Además ha alimentado nuestros puntos de vista y nos ha aportado herramientas interculturales que, sin duda, emplearemos en muy poco tiempo”
Nuestro informe de impacto 2020, en el que se reflejan las competencias adquiridas por los participantes durante el desarrollo de nuestros programas, aporta más información sobre las competencias concretas que se pueden desarrollar gracias a un voluntariado internacional: