Trabajamos con adolescentes con problemas sociales que no van a la escuela. El origen de los problemas es diverso y ellos provienen o bien derivados de centros que pertenecen a nuestra organización o de algún centro similar de otra organización. La idea es aplicar la metodología IP (Pedagogía Institucional) y que gasten el tiempo con nosotros mientras los motivamos para que desarrollen todo tipo de habilidades (educación no formal).
Por concretar los trabajadores, voluntarios o los propios adolescentes proponemos un estudio, taller o actividad de algún tema y aquel que quiera participar lo hace en el que prefiera. Suelen ser 3 opciones diferentes por cada franja. En el caso de no participar no se obliga a nadie, pero puede perder algunas ventajas. El día lo dividimos salvo el miércoles, en 3 franjas de talleres, y 3 momentos de reunión donde realizamos feedback, analizamos el día y hablamos de todo. Los miércoles como solo dura el horario escolar hasta las 12, es el día que organizamos el planning de talleres para toda la semana, realizamos un análisis más profundo del grupo e intentamos resolver los problemas que van surgiendo o reapareciendo.
Y estos talleres y actividades pueden variar significativamente: trabajar en un jardín que tenemos, fabricar muebles que luego usamos en el jardín, costura, manualidades, deportes, talleres de sexualidad o de primeros auxilios, o como mi proyecto estrella por ahora donde estamos montando una Gymkhana de juegos populares, tradicionales y alternativos para unos niños más pequeños de otra organización. Normalmente yo, ante la falta del idioma y mi preparación en actividades deportivas me centro más en los deportes y cosas más prácticas. Pero aprovecho muchas veces estos talleres como el jardín o coser para aprender y a la vez eso sirve de motivación y ejemplo a los chavales.
Luego por supuesto tenemos tareas administrativas, informes, fichas, mucho feedback y reuniones. En las que cada vez soy más participe, pero siempre con el hándicap del idioma.
Javier Botella