KENIA AGOSTO 2013
Pese a que dos días antes nos despertamos con la noticia del aeropuerto de Nairobi en llamas, unas carpas provisionales y la buena voluntad de la gente local permitió que hiciéramos el viaje sin ningún problema con escala y visita en Dubai incluidas.
El lunes por la mañana para empezar a conocer los proyectos que Sisters of Mercy desarrolla en Nairobi, visitamos St. Catherine’s Primary School. Sister Barbara nos contó la gran labor que desarrollan en el centro y la problemática que tienen que afrontar a diario. Además estuvimos hablando con una voluntaria abogada estadounidense que nos contó lo difícil que es resolver problemas legales en un estado donde la corrupción está a la orden del día.
Por la tarde fuimos a conocer el centro de Songa Mbele Na Masomo (“Adelante con la Educacion” en Suajili) que es donde se desarrolla el Microproyecto. Tuvimos un gran recibimiento de l@s alumn@s con canción y baile incluidos; por nuestra parte todo eran sonrisas, nervios, ilusión y muchas ganas de comenzar.
En el primer paseo hacia el centro ya pudimos hacernos una idea de la vida cotidiana en el slum, muy diferente a nuestro día a día en España.
En la tarde del martes recibimos la visita de Sister Mary, que lleva en Nairobi más de 30 años trabajando para mejorar la situación de la pobblación en los slums, desarrollando numerosos proyectos. Nos habló de la situación social en Kenia y en concreto de Nairobi.
El miércoles celebramos el cumpleaños de María con una pequeña cena y pastel incluido.
Respecto al proyecto, el resto de la semana conocimos de primera mano las necesidades y pocos recursos con los que cuentan. El centro dispone de dos aulas en las que se realiza refuerzo escolar ajustado a los diferentes niveles de los alumnos, un aula para atender a menores con discapacidad, y comedor en el que desayunan y almuerzan a diario, siendo para muchos las únicas comidas del día.
Para llevar a cabo nuestra labor nos hemos organizado en dos grupos, uno se ocupa de apoyar en las tareas de refuerzo y el otro apoya a la profesora que atiende a los menores con discapacidad. Trajimos materiales que ayudaron a realizar las primeras actividades, sobre todo con este último grupo.
Tras la comida normalmente jugamos con los niños y niñas, intercambiamos canciones, y hoy hemos pintado un aula.
Es gratificante terminar el día recordando las continuas sonrisas de los niños, las ganas de participar y el cariño que demuestran entre ellos y hacia nosotr@s. Son una gran familia.
