Aventura guatemalteca: l@s voluntri@s comienzan sus actividades

Se cumple, hoy viernes 12 de julio, casi una semana desde que el grupo de Lucía, Almudena, Marta y Andrés iniciamos nuestra aventura guatemalteca. Desde el sábado por la noche que nos reunimos los cuatro en un hostal de Antigua no hemos tenido tiempo para aburrirnos.

l@s voluntri@s comienzan sus actividades

Comenzamos la semana el domingo con una excursión por la propia ciudad de Antigua en la que Álex, un amigo de la organización local con la que trabajamos, Inlex, nos hizo de cicerone por la ciudad y nos fue enseñando cómo viven y cómo son los guatemaltecos. Por la tarde, después de una larga sesión de fotos, llegamos a San Antonio Aguas Calientes, el municipio en el que vamos a desarrollar el proyecto de voluntariado. En esa tarde de domingo nos presentaron a las familias que nos iban a acoger en sus casas. Una de las experiencias más gratificantes que nos estamos llevando de nuestro voluntariado es, precisamente, la convivencia con las familias, que nos han acogido como si fuésemos uno más, cuidan que no leguemos tarde a casas y nos aconsejan sobre vestimenta, alimentación y costumbres locales. Nos cuentan cómo les trata la vida, qué aspiraciones y dificultades tienen y, sobre todo, se encargan de derribar cada día los prejuicios que nosotros como habitantes del norte podíamos llevar con los vecinos del sur.

En lo que se refiere a nuestra actividad concreta, aún no hemos podido desarrollar plenamente el proyecto, pero estamos en ello. El lunes y el martes estuvimos en el municipio de Santa Lucía, cerca de nuestras casas, para que los encargados de la organización local nos ayudaran a plantear las actividades y nos dieran un par de clases más de cultura chapina. También visitamos la Municipalidad (ayuntamiento) y conocimos a las tres trabajadoras de la Oficina de la Mujer, entidad con la que colaboraremos. El miércoles, visitamos la planta de tratamientos de residuos que existe en la localidad (única en la región) para preparar un taller de Medio Ambiente que teníamos con los niños al día siguiente. Y ese mismo día recibimos una estimulante clase de cachikel, el dialecto maya que se habla en esta zona.

El jueves y el viernes realizamos las primeras acciones de voluntariado en la que nosotros éramos actores, porque cada día hemos estado aprendiendo cosas nuevas. El jueves, llevamos a cabo dos talleres con un grupo de 100 niños de 11 años, el citado de Medio Ambiente, que consistió en una pequeña charla, y un segundo de autoestima, en el que invertimos más tiempo y en el que profundizamos en la necesidad, sobre todo a esas edades, de que los jóvenes se acepten tal y como son y en que se quieran. La actividad del viernes, de la que aún nos recuperamos, consistió en subir a un cerro a reforestar con ese grupo de 100 niños. Ellos lo hicieron bastante mejor que nosotros, que sufrimos con la caminata de una hora, a veces por lugares imposibles, hasta legar al lugar en el que íbamos a plantar una especie de conífera que aquí le laman ciprés, pero que en nada se parece al nuestro.

Y esto, cuando afrontamos nuestro séptimo día en Guatemala, ha sido -resumiendo todo, omitiendo bromas y censurando anécdotas- el primero de los relatos. Mañana hemos previsto una excursión al lago Atitlán con posterior visita a Chichicastenango. Como decía, no hay tiempo para aburrirse. Por eso tengo que dejar de escribir ahora, porque me están esperando mis compañeras… no sé qué andarán tramando.

Puedes ver todas las imágenes de la experiencia haciendo click aquí

Compartir Post

Más entradas

¿Quieres sabes más de nuestros programas?

Contáctanos sin compromiso

0
    0
    Your Cart
    Your cart is emptyReturn to Shop