Dadas las fechas del año en las que estamos, hemos creído que era un buen momento en AIPC Pandora, para sentarnos a reflexionar y repasar el trabajo realizado durante el año 2010; ha sido un año de mucha actividad y crecimiento dentro de la organización y es común que cuando se está en la vorágine escasee la reflexión, pues bien, ahora es el momento y en las siguientes líneas ofrecemos un pequeño resumen del año y compartimos con nuestros/as lectores/as los nuevos planteamientos que tenemos para el año entrante.
Comenzamos el año creando nuestro departamento de comunicación, puede que esto a primera vista no sea aparentemente un punto de partida para la reflexión, pero por los siguientes motivos si lo ha sido. Además de haber disfrutado durante todo el año de los beneficios de comunicar bien en la sociedad, en la entidad, cada uno de los miembros del equipo y todos juntos, hemos generado una dinámica interna de comunicación que nos ha permitido hacernos constantemente la pregunta de ¿qué comunicamos?, es decir ¿qué hacemos?, o dicho de otra manera ¿para qué valores trabajamos y cuales queremos transmitir mediante nuestra actividad? Este ejercicio nos ha ofrecido un espacio común para dar respuesta a estas preguntas y por otro lado nos ha ayudado enormemente a centrar toda la actividad en lo que realmente sabemos hacer, en todas las propuestas de participación y desarrollo que hemos ido implementando a lo largo del año. Este cuestionamiento constante de lo que hacemos nos ha relajado mucho, nos ha hecho ver que lo que hacemos lo sabemos hacer porque creemos en ello y creemos en la necesidad de seguir adelante con ello.
La segunda fortaleza que hemos desarrollado en 2010 ha sido la consolidación de acciones de fortalecimiento de la sociedad civil. Este año han cobrado forma los partenariados con empresas y universidades en acciones de movilidad y cooperación internacional, lo que quiere decir que los valores de AIPC Pandora están llegando a entornos educativos y laborales que cuentan con un potencial enrome que consideramos esencial en el planteamiento de participación y desarrollo sobre el que trabajamos. Hemos hecho participar a las empresas, en el contenido no simplemente en la forma, mediante la implicación de sus empleados y empleadas y de sus departamentos de RSC, lo mismo con las universidades, aprovechando el enorme potencial y conocimiento de alumnos y alumnas universitarias, profesores y profesoras e intercambiando metodologías de trabajo con las oficinas de solidaridad.
Este marco ha influido enormemente en cada uno de los programas que se han trabajado durante el año que ahora acaba.