En el Día de la Unión Europea hay motivos para decir #YoSoyMásEuropa

AIPC Pandora, que se fundó con vocación europeísta, ha podido comprobar a lo largo de estos últimos 16 años que los jóvenes que han participado en sus programas, viajando en Europa y en el resto del mundo (7.600 hasta ahora), han regresado sintiéndose ciudadanos/as de Europa y del mundo.

AIPC Pandora, que se fundó con vocación europeísta, ha podido comprobar a lo largo de estos últimos 16 años que los jóvenes que han participado en sus programas, viajando en Europa y en el resto del mundo (7.600 hasta ahora), han regresado sintiéndose ciudadanos/as de Europa y del mundo. La conciencia de pertenecer a un continente que ha colocado en primera línea el estado de bienestar a lo largo de su historia contemporánea, está más despierta que nunca, a pesar de los euroescepticismos.

 

 

El contraste de diversas realidades a escala global, en más de 57 países a través de nuestros programas de Educación Global, tan solo nos dejan testimonios por parte de los participantes del privilegio que esto representa, e inspiran a menudo tras su vuelta una implicación política y social en sus sociedades para afianzar los valores  que fundamentan el proyecto europeo: soberanía, libertad y justicia, tan indispensables para garantizar nuestra civilización.

Cabe hacer mención especial de que la política europea para los/as jóvenes, ha permitido estos se formen en competencias interculturales y adquieran un sentido ético y responsable del liderazgo a través de programas como ERASMUS+, el Cuerpo Europeo de Solidaridad y otros programas, dando una aportación muy relevante en su crecimiento interpersonal única en el mundo.

Los fundadores de esa Europa que beneficia a millones de ellos, entre muchos/as ciudadanas más que la conforman, establecieron que ningún Estado-Nación podía tener hegemonía, todos los países eran iguales, sean grandes o pequeños. Estuvieron dispuestos a limitar sus poderes para la construcción conjunta de Europa con una visión de futuro que pusiese por encima los derechos sociales y políticos a la competencia y el conflicto. Un modelo que ha probado ser exitoso por un largo periodo de tiempo: Después de siglos de guerras espantosas, llevamos 70 años de paz en Europa. Pero hoy este primer sueño realizado ya no basta, necesitamos otro sueño, una visión del futuro renovada que nos permita superar los problemas actuales.

Hace falta más Europa

 Hay una coyuntura crucial en medio de la deriva crítica que vive Europa que representa una ventana de oportunidad y que no podemos desaprovechar para reavivar ese sueño fundacional que está en el núcleo mismo de este proyecto compartido: las elecciones del Parlamento Europeo a celebrarse en tan solo un par de semanas.

Una muestra de que, tal como apostamos en AIPC Pandora, hace falta “Más Europa”, es el voto castigo que se refrendó con el Brexit, o la creciente tendencia de muchas personas de comprar un discurso de líderes nacionalistas y populistas que reclaman peligrosos repliegues xenófonos o que atacan los derechos de las mujeres y de las personas más vulnerables de la sociedad en sus programas.

Quienes han sido seducidas por estas declaraciones no son más que las víctimas afectadas por reformas que se necesitan en una sociedad que lleva muchos años cambiando sus parámetros al calor de la globalización. Una economía mundial que genera una competencia brutal y la revolución tecnológica que no para de eliminar puestos de trabajo. La robotización de las empresas hace entrever que este fenómeno será preponderante en los años muy próximos y que las políticas económicas no pueden implementarse a costa del retroceso de las políticas sociales.

Los grandes retos que conocemos, la mundialización, el calentamiento global, la inmigración, las desigualdades, las guerras…, ¿pueden ser resueltos por algún país europeo?, ¿incluso por alguno de los más fuertes, Alemania o Francia? Es evidente que no. Si miramos a futuro, es también evidente que, dentro de 20 o 30 años, ningún país europeo hará parte del G7, el grupo de los países más poderosos del mundo; ante el crecimiento de los grandes países como China, Rusia, India, Turquía y Estados Unidos.

Para influir en las decisiones de calado dentro del concierto mundial, habrá que apostar a los grandes retos que afectan directamente nuestras sociedades y tendremos que seguir construyendo una Europa fuerte tanto a nivel económico y social, como político y militar.

Es cierto que los 27 países que componemos Europa, tenemos una historia propia, realidades distintas, pero frente a las diferencias que existen, tenemos en común valores europeístas que las superan todas: la democracia, el respeto del individuo y su autonomía, las libertades fundamentales, el respeto de los Derechos Humanos, la protección social. No podemos perder la oportunidad para dar un vuelco progresivo a esta tendencia de perder peso en la comunidad internacional ni perder de vista cómo influye en ida y vuelta desde la escala nacional hasta la internacional el empoderamiento de nuestras instituciones. La conciencia debe estar en que el 60% de las leyes, por ejemplo, las dicta el Parlamento Europeo.

Hay que reforzar la capacidad para continuar, en lo que toque, y reorientar rumbos desde las instituciones supranacionales europeas en lo relativo a la armonización económica, fiscal y de política exterior para que cuanto antes podamos aportar en la resolución a estos desafíos a escala continental y planetaria

La Juventud: la clave del porvenir europeo

En Europa, los jóvenes están, en su inmensa mayoría, a favor de el afianzamiento de la estrategia de la unión. lo prueba el voto de los jóvenes ingleses en contra del Brexit en 2016, lo prueba su campaña actual, a través de toda Europa, contra el cambio climático, una de las prioridades de Europa; lo prueba su compromiso social a través de sus acciones voluntarias en España y en el mundo para combatir las desigualdades, así como sus recientes iniciativas de conformación de partidos progresistas con vocación de incluir en sus agendas todos estos

La Unión Europea representa hoy, con sus 500 millones,  tan solo el 7% de la población mundial. De allí la importancia clave que tienen los jóvenes para incidir en políticas que aborden no sólo los desafíos climáticos, como lo están haciendo actualmente de manera apasionada con el Friday for future, sino sobre todo con el reto demográfico que queda por delante y sus implicaciones en la sostenibilidad económica y la producción de innovación, entre otras dimensiones.

La principal cita que tienen en el corto plazo para protagonizar el rumbo decisivo que Europa requiere son las elecciones del Parlamento Europeo el próximo 26 de mayo. Pero no vale elegir cualquier “papeleta”. Tiene que ser un voto sopesado y reflexivo.

En este sentido, nos ha llamado la atención el artículo de José Antonio Marina, publicado por El Confidencial, el 29 de enero de 2019, que resalta que la democracia directa, participativa o asamblearia es necesaria, pero ¿las decisiones que resultan de la mayoría de los ciudadanos, son las mejores? En palabras de José Antonio Marina: “(se da) por sentado que el voto de la mayoría es forzosamente la solución mejor o más inteligente. Sin embargo, lo cuantitativo no se convierte necesariamente en cualitativo. Se han hecho muchos intentos para que la opinión colectiva sea la “mejor opinión posible”, como el ‘Good Judgement Project‘ de Philip Tetlock, pero no hay manera de conseguirlo sin tener claros los procedimientos de síntesis y los criterios de evaluación”.

Pongamos coto a las redes sociales donde, a menudo, circula información falsa, tendenciosa y manipulada. Informémonos pues, y formemos nuestra propia opinión de manera crítica. Es fundamental que conozcamos los programas que ofrecen los partidos para la Europa de los próximos 5 años y tengamos tiempo para leerlos, analizarlos, evaluarlos y elegir la propuesta política que nos parezca innovadora, y a la vez, realista, llegando a la conclusión, según nuestros criterios, que es el que contribuirá, en mayor medida, a resolver los retos actuales.

Y, sobre todo, recuperemos la visión que tuvieron grandes personalidades como Konrad Adenauer, Robert Schumann, Jean Monnet, Alcide de Gasperi, Winston Churchill… y millones de personas que han hecho y hacen que el mundo avance en los valores de justicia y libertad que proclama Europa.

 

Extractos de textos de Chantal Mayer Savarit  – Fundadora y Presidenta de Honor AIPC Pandora – con edición y actualización de departamento de Comunicación AIPC Pandora

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