Microproyecto Nicaragua 2015. Yo tuve un reino…

«Yo tuve un reino y lo llamé hogar. Y fue tan inmenso como el más pequeño de los detalles»

Esta vez os escribimos desde nuestras respectivas casas. Esta vez, Nicaragua queda a unos miles de kilómetros de distancia, a pesar de sentirla más cerca que nunca. Después de pasar unos días en nuestra habitual, cómoda y ahora extraña e irónica normalidad, recordamos como fue la última semana en tierras nicas.

Microproyecto Nicaragua

Los últimos días en Condega nos sirvieron para finalizar con los grupos de trabajo con los que hemos estado compartiendo talleres. Últimas sesiones donde no solo terminamos con algunas talleres de capacitación que nos quedaban por hacer, si no que analizamos todos los pasos recorridos a lo largo de esta experiencia; fallos, aciertos, sensaciones, inquietudes, miedos.

Últimos días donde no faltaron palabras de gratitud de ambas partes, palabras de admiración y esperanza, palabras que nos costaron unas cuantas lágrimas. Palabras que nos decían que sí, que es posible.  El hecho de habernos sentido integrados en un país donde la calidez de la gente nos hacía sentir en casa, hacia de las despedidas algo extrañamente amargo. El habernos contaminado de una cultura donde compartir más que un valor ético era una realidad, una necesidad voluntaria, nos hacia querer alargar nuestra estancia algo más. Un poco, un mucho, quién sabe.

Gracias Nicaragua por tu gente. 

Gracias por tu dulzura y paciencia. 

Gracias por tu color, tu alegría y tu amistad. 

Gracias Nicaragua por tu comida, tus frutas, verduras, tu sabor. 

Gracias por tus flores, tus campos, tus cultivos. 

Y sobre todo, gracias por seguir en tu lucha. La utopía, aunque por definición sea imposible, nos permite seguir avanzando en una misma dirección. Por seguir en ese camino lleno de piedras, difícil, costoso y muchas veces desesperante. Gracias porque habéis conseguido, y estáis consiguiendo andar y crear nuevos caminos que inspiran a muchos pero nunca demasiados caminantes.

Por haber creado en nosotros un nuevo camino, gracias.

«La utopía está en el horizonte. Camino dos pasos, ella se aleja dos pasos y el horizonte se corre diez pasos más allá. ¿Entonces para qué sirve la utopía? Para eso, sirve para caminar.»

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