Los últimos días han pasado volando, como siempre. A mitad de la semana el cansancio comenzó a hacer mella en todos nosotros. Sin embargo, la partida de los primeros y la llegada de nuevos voluntarios, nos sirvió como una bocanada de energía.
El martes decidimos hacer una cena de “hasta pronto“ del equipo, porque hemos prometido reencontrarnos en septiembre, que por cierto resultó ser toda una aventura. El miércoles comenzaron las primeras despedidas y por la noche fue la despedida de verdad, los 4 primeros se marchaban el jueves de madrugada… Luego entre macutos, bultos y prisas… los últimos abrazos.
Para los 4 que nos hemos quedado los dos últimos días no han sido fáciles. Despedirse nunca es fácil, y mucho menos cuando es de forma intermitente. Lo mas difícil para todos ha sido separarse de los niños, poco a poco les íbamos diciendo que nos iríamos pero los pobres lo han tenido que vivir dos veces… Ha sido una despedida agridulce… A momentos muy emotiva y en otros muy tierna. Desde que llegamos el viernes por la mañana no dejaban de repetirnos una y otra vez que no nos fuésemos, que nos quedasemos. Con el poquito inglés con el que se comunican nos decían “Spain no, only India“.
La tarea de la remodelacion y embellimiento de la clase la terminamos entre todos. Nos dimos aun mas prisa, si cabe, para acabarla el miércoles y los dos últimos días han sido de retoques y limpieza.
El equipo de la India con el que hemos trabajado ha sido genial. Alguno en algún momento nos ha exasperado pero en conjunto nos han tratado fenomenal.
Si tengo que elegir me quedo con dos cosas: con algo que nos han comentado en la despedida de la escuela y que me llamo mucho la atención; “Me gusta mucho tu equipo desde el primer día que llegasteis hasta hoy que os vais, siempre tenéis una sonrisa en la boca, no como otros voluntarios, que siempre están serios. No os vayáis tristes ni lloreis, volveréis…“ Y por supuesto, con el equipo, mi equipo. El equipo del que formo parte. Gracias a ellos su actitud, sus ganas y su energía, esto que nos planteamos un día ha salido adelante. Gracias a ellos mi experiencia ha sido la que ha sido… Todos y cada uno de ellos han sido imprescindibles, y sin ellos esto no hubiese sido lo mismo.
Gracias a Aida, Ana, Olga, Laura, Teresa, Ana y Chema.
Parece mentira pero esto que un día me plantearon desde AIPC Pandora llega a su fin. Por nuestra parte tan solo decir que lo hemos hecho lo mejor que hemos podido… Y creo que ninguno de nosotros olvidara nunca esta experiencia.
Hasta pronto!!
Beatriz
