Comenzamos la aventura. Los dos primeros días tuvimos una pequeña formación por parte de IDEX y un primer contacto con los proyectos. El contenido de la formación giró en torno a las costumbres, cultura, unas breves nociones de Hindi y códigos de conducta para los voluntarios. Por fin, el miércoles arrancamos con el microproyecto.
Por las mañanas, acudimos a un pequeño colegio llamado Akansha. Es un cole de educación especial que también acoge a otros niños de la zona. Nos hemos dividido en tres grupos. Los “peacocks” que son los más pequeñines, los “tigers” los más mayores y los “elephants” que son los de educación especial. A lo largo de la mañana hacemos diferentes actividades, que hemos organizado siguiendo un mismo horario para establecer una rutina a los niños, con recreo incluido, en el que nos reunimos los tres grupos y hacemos juegos en común. La experiencia está resultando positiva y los niños se muestran muy contentos cuando llegamos por las mañanas, lo que nos alegra mucho a nosotros.
Por las tardes, nos dedicamos a la restauración de un aula de un colegio público situado en un barrio marginal. Realmente el colegio necesita una reforma a fondo, incluida la limpieza. Nuestras posibilidades se limitan, por el tiempo que tenemos, a la habitabilidad de una de las clases. En esta semana, nos ha dado tiempo a lijar, emplastar y limpiar paredes, techo y ventanas. La hemos dejado preparada para comenzar con la pintura.
El grupo nos estamos adaptando al ritmo de Jaipur y a los cambios que van surgiendo en cada uno de los proyectos y tareas a realizar. Seguimos motivados y con muchas de trabajar. El fin de semana, ¡Ya está aquí!. ¡Pushkar nos espera!