Experiencia de una participante del Servicio de Voluntariado Europeo (SVE) en Struga, Macedonia

Llevo casi tres meses viviendo en Struga, una ciudad pequeñita, a orillas del lago de Ohrid, un lugar impresionante, muy cerca de Albania y Grecia.

Mi organización de acogida se llama Youth Forum Eye. Mi proyecto oficial es hacer un revista con chicos de instituto, en inglés, macedonio y albanés.

Struga está muy cerca de la frontera con Albania, y una gran parte de la población es albanesa. Las clases en el colegio se dan por separado en macedonio y albanés, así que los adolescentes pasan la mayoría del tiempo sólo con los hablantes de su misma lengua. El proyecto fomenta que ellos hagan actividades juntos, y adquieren la experiencia de colaborar en una revista.

Con este proyecto yo estoy teniendo la oportunidad, entre otras cosas, de aprender a organizar y maquetar una revista, pero además practico mucho inglés, y coordino a los estudiantes, teniendo mucho contacto con ellos.

Además, desde el principio estoy dando también clases de español, algo que no había hecho nunca y de lo que también estoy aprendiendo muchísimo.

En Struga hay un centro de discapacitados, Poraka Nova, que también acoge voluntarios, y voy varias veces a la semana, porque doy allí las clases,y colaboro con los chicos cuando puedo. Los chicos son geniales. Tampoco tenía ninguna experiencia y me he soprendido a mí misma de lo mucho que me gusta ir y lo muchísimo que aprendo con ellos.

Struga es un sitio genial para vivir un tiempo, sobre todo en verano. La gente es super acogedora y te hacen sentir muy bien. Estoy muy contenta de estar aquí.Macedonia era un país que no conocía en absoluto antes de venir aquí, tampoco mucho la región de los balcanes en general. Por lo que estoy aprendiendo mil cosas nuevas a cada minuto y disfrutando muchísimo. El macedonio como lengua también me encanta. El Servicio de Voluntariado Europeo es una muy buena oportunidad para aprender intensivamente sobre otro país, otra cultura, otra lengua, otra gente, otro estilo de vida, para aprender mientras lo vives.

Te da también la oportunidad de viajar mucho si te organizas bien y por supuesto de conocer a millones de personas de todas partes y de todo tipo.

Yo tuve la suerte de tener un par de contactos que me proporcionó AIPC Pandora, desde varios meses antes de llegar, Bárbara y Carmen, dos chicas que ya habían estado en Struga antes que yo, por lo que fui muy bien preparada y eso me ha permitido aprovechar todo mucho mejor y sacarle todo el partido que puedo a la experiencia. Me imagino que cada experiencia en el voluntariado europeo sea un mundo, pero supongo que informarse lo máximo posible sobre el lugar y el proyecto hagan siempre la experiencia mucho mejor, así que recomiendo hacerlo en la medida de lo posible.

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