El verano de nuestros hijos e hijas se ha vuelto relevante y una oportunidad para que sigan aprendiendo y explorando el mundo, fuera de las aulas y en educación no formal. Los padres y madres no queremos que el verano sea ese largo periodo, donde la pereza y los malos hábitos se apoderen de la rutina y para ello, buscamos múltiples opciones, que ocupen su tiempo a la vez que sigan contribuyendo a su formación. La educación en valores es una gran opción a las dinámicas tecnológicas y muchas veces consumistas en las que están inmersos y la participación en proyectos de Voluntariado Internacional se vuelve muy atractiva para jóvenes y adultos.
Al mismo tiempo, el mundo está cambiando profundamente, el futuro de nuestros hijos será tecnológico y robotizado y nos dicen que la mayoría de ellos trabajarán en profesiones que no existen todavía. Parece que los contenidos académicos están desajustados a la necesidad real y nos preguntamos continuamente cómo y en qué formarlos para prepararlos para este futuro incierto. Las competencias transversales y las habilidades como la comunicación intercultural, la empatía, el trabajo en equipo o el liderazgo, serán la clave para desarrollar una alta capacidad de aprendizaje y adaptación. Las experiencias internacionales son una fuente enorme de aprendizaje de todas estas habilidades.
El Voluntariado Juvenil Internacional ofrece a los jóvenes la posibilidad de colaborar en tareas sociales, educativas o medioambientales, adquiriendo valores en culturas desconocidas y muy distintas a la nuestra. Además, el voluntariado juvenil internacional permite a los jóvenes ampliar su visión del mundo y conocer realidades muy diferentes de las que viven a diario en sus hogares, en sus barrios o en sus ciudades, desarrollando todos los valores y competencias mencionadas.
Numerosos estudios demuestran que después de un voluntariado juvenil internacional los jóvenes respetan más a sus semejantes, aprenden a valorar la diversidad cultural, se vuelven más tolerantes, más responsables y más comprometidos. Incluso valoran mucho más la relación con su familia, y son conscientes de lo afortunados que son en muchos aspectos de la vida, al vivir en un país europeo, con derechos y deberes claros y en el seno de una familia acomodada.
Voluntariado juvenil internacional: una experiencia transformadora
Participar en un programa de voluntariado en el extranjero supone para muchos y muchas jóvenes una experiencia realmente transformadora. Convivir con personas de otras razas y religiones, sumergirse en una cultura diferente y participar en proyectos solidarios representa un choque frontal con su realidad diaria. Ese contraste aumenta su perspectiva del mundo, aumenta sus niveles de empatía y les aporta unas herramientas muy útiles para gestionar mejor sus emociones y enfocar con más seguridad su futuro. Incluso muchos jóvenes descubren durante su voluntariado una vocación profesional que les permite decidir la carrera que van a estudiar y aclarar su futuro.
Desde un punto de vista educativo, un voluntariado internacional supone para los adolescentes una experiencia que nunca pueden proporcionar los libros ni las aulas. Conocer en directo cómo viven en sus países las personas de otras razas y culturas es una experiencia incomparable que causa un profundo impacto en los jóvenes. Las experiencias internacionales de inmersión cultural han demostrado ser una herramienta muy eficaz para que los jóvenes aprendan a desapegarse de los bienes materiales propios de su vida acomodada, desmonten prejuicios que condicionan su visión del mundo, valoren aspectos más sutiles como la gratitud y la solidaridad y desarrollen competencias emocionales y sociales como la empatía, la resiliencia o el pensamiento crítico. El impacto de las experiencias vividas inspira a los jóvenes de cara a su futuro y les prepara para el mundo que les espera.
Ventajas de realizar un voluntariado juvenil internacional
Las ventajas de realizar un voluntariado juvenil internacional para los jóvenes son numerosas. Entre ellas podemos destacar las siguientes:
1. Ayudan y les ayudan
Un voluntariado juvenil internacional permitirá a nuestro hijo/a ayudar a personas que viven realidades más desfavorecidas, pero a la vez le ayudará a descubrir ángulos de su propia vida que hasta entonces le permanecían ocultos o invisibles. Nuestros hijos se convertirán en personas más sensibles, comprometidas y empáticas.
2.Gratifica a nivel personal
Las sensaciones que aporta un voluntariado juvenil internacional son muy positivas. Aunque a veces el contacto con algunas situaciones pueda parecer desagradable, el impacto sobre tu hijo/a será muy enriquecedor y le permitirá aprender numerosas lecciones que la vida no puede enseñarle de otra forma.
3.Nuevos amigos
La mayoría de los jóvenes que participan en un voluntariado juvenil internacional aseguran haber ampliado su círculo de amistades y el vínculo que se crea es tan fuerte que se mantiene a lo largo de los años.
4.Ganan experiencia
Nuestros hijos e hijas abandonarán su zona de confort y se situarán en un escenario nuevo y diferente de la vida, que les obligará a tomar nuevas decisiones y a conocerse mejor a sí mismos/as. Un voluntariado juvenil internacional les aportará un conjunto de nuevas experiencias que le permitirá crecer de cara a su futuro.
5.Mejoran su CV
A la hora de contratar nuevos profesionales, muchas empresas aprecian cada día más las “soft skills”, las competencias no académicas que se asocian a la creatividad, el trabajo en equipo, el pensamiento crítico o la proactividad. Un voluntariado juvenil internacional desarrollará en los y las jóvenes este tipo de competencias que no se aprenden en las aulas.
6.Aprenden cada día algo nuevo
Vivir en otro país, adentrándose en otra cultura, es sinónimo de aventura. Cada día nuestros hijos e hijas se expondrán a situaciones nuevas y desconocidas que combatirán sus prejuicios y les hará cuestionarse algunas de sus creencias. Aprender cada día algo nuevo ampliará sus horizontes y les convertirá en personas más fuertes y sensibles.
7.Mejoran su inglés
En la mayoría de los países del mundo, el inglés es la única llave para comunicarse con los demás. A la vuelta de un Voluntariado Juvenil Internacional, nuestros hijos habrán mejorado su nivel de inglés.
8.Refuerzan su autoestima
Uno de los problemas más extendidos entre los jóvenes es la baja autoestima. Si nuestros hijos e hijas participan en un Voluntariado Juvenil Internacional aprenderán a creer más en sí mismos/as y reforzará su autoestima.
9.Les ayuda a conocerse mejor
Conocerse mejor a uno mismo es un reto que puede llevarnos toda una vida. Un Voluntariado Juvenil Internacional expondrá a nuestros hijos e hijas a situaciones que les alejarán de su zona de confort y les ayudará a encontrar su lugar en el mundo.
10.Les mantiene en forma
Mens sana in corpore sano. En la mayoría de los proyectos que se desarrollan en un Voluntariado Juvenil Internacional, los jóvenes viven al aire libre y deben ejecutar tareas físicas que les ayudan a mantenerse en forma. Nuestros hijos e hijas mejorarán su forma física y mental.
11.Pueden encontrar su vocación
No son pocos los jóvenes que confiesan haber encontrado su vocación durante un Voluntariado Juvenil Internacional. El contacto con otras realidades despierta en muchos jóvenes nuevos caminos que les guían para decidir su futura carrera profesional. Después de un voluntariado es probable que nuestros hijos e hijas tengan más claro qué quieren estudiar.
12.Se sienten útiles
Los jóvenes se enorgullecen de participar en proyectos de construcción, rehabilitación, educación o sanidad. Tu hijo/a vivirá la agradable sensación de sentirse útil. Ayudar a mejorar la vida de los demás es una experiencia que suele marcar la vida de muchos jóvenes.
13.Dejan huella
El paso de nuestros hijos e hijas por un proyecto no pasará inadvertido para las personas que coincidirán con él o ella. El contacto diario con personas de otras razas y culturas deja una huella imborrable en la memoria de muchas personas.
14.Se divierten
Para nuestros hijos e hijas un Voluntariado Juvenil Internacional será por encima de todo una experiencia apasionante, llena de retos y de momentos inolvidables.
15.Se convierten en agentes de cambio
Participando en un Voluntariado Juvenil Internacional nuestros hijos e hijas no se conformarán con ser espectadores/as y protagonizarán el cambio que el mundo necesita.
Si estás interesado/a en que tu hijo/a realice el próximo verano un Voluntariado Juvenil Internacional, AIPC Pandora es una organización especializada en educación internacional que lleva más de 18 años organizando en todo el mundo programas de voluntariado para adolescentes, formándolos como los futuros líderes globales que el mundo necesita.
Verano Internacional Solidario es un programa grupal de educación internacional experiencial para jóvenes de 13 a 18 años, de 3 semanas de duración durante el mes de julio, que ofrece una total inmersión en diferentes culturas y países mediante un programa completo de actividades culturales, distintas temáticas de actividades de voluntariado y práctica de idioma.
Para más información, contacta con María Casanova, Directora de Programas Outbound en vis@aipc-pandora.org o llama al 91 550 26 28 (Ext nº1)