Cada experiencia que vivimos tiene un significado único, contextualizado en un tiempo, lugar y persona que somos. La educación es una herramienta que posibilita el probar, jugar, aprender… Si a esto le unimos el voluntariado, tenemos una vivencia transformadora, un viaje que deja huella. Soy educadora, con veinte años de experiencia. Me encanta la convivencia intercultural e intergeneracional. Uno de los viajes que más me ha hecho crecer como persona ha sido a los campamentos de refugiados saharauis.

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Viajar para crecer: cómo los viajes al extranjero potencian el desarrollo cerebral de los adolescentes
La adolescencia es una etapa fascinante y desafiante a partes iguales. Es ese momento en el que nuestros hijos e hijas comienzan a forjar su