Mi nombre es Ana, tengo 20 años y soy estudiante de medicina en el Hospital Clínico de Barcelona. A pesar de mi edad, llevo trabajando desde que tengo 16 años: como profesora particular, de monitora de campamentos de inglés, de camarera, como ayudante del médico en diversos campings durante el verano y actualmente de community manager y secretaria de una doctora catalana. Tengo experiencia en puestos de cara al público y es algo que disfruto mucho.
Me encanta viajar y es algo que hago con frecuencia, con 17 años me fui más de un mes de mochilera por Europa. Además, he tenido la oportunidad de realizar varios voluntariados internacionales: en 2018 tuve la oportunidad gracias a una beca de AIPC Pandora de irme a Malasia, y al año siguiente me fui a la República Dominicana con una beca de la ONG americana Rustic Pathways. Gracias a estos viajes y vivencias descubrí muchas cosas sobre mí misma y sobre el mundo que me rodeaba, y es esto lo que me mueve a acompañar a otros jóvenes que se embarcan en este tipo de experiencias.

¿Por qué el voluntariado es esencial en el itinerario educativo de los y las jóvenes?
Vivimos en un mundo en continua transformación, donde todo se re-inventa, re-dimensiona y se adapta configurando modelos sociales y económicos que según se definen ya están entrando en un nuevo proceso de cambio.