Victoria, nuestra exvoluntaria SVE nos envía este testimonio, contándonos la experiencia durante su voluntariado en nuestra organización.
«Volver a España me daba mucha ilusión, pero pasar 8 meses en Madrid, eso no lo imaginaba nunca y eso no tiene precio. Al principio era algo difícil dejar un trabajo estable e ir a hacer un SVE, pero al final mis amigos me han convencido de que es una oportunidad de aprender algo nuevo y vivir una experiencia única. Así el 1 de noviembre de 2013 llegué a Madrid con una maleta llena de ilusión y esperanza de cambiar las cosas. Desde el primer momento me han acogido con mucho cariño en la organización, toda la gente de AIPC PANDORA son súper amables y majos. No he necesitado mucho tiempo para poder adaptarme al ambiente de Madrid, porque no estaba sola: ya estaban mis amigos allí.
Victoria LengMi trabajo en AIPC PANDORA consistía apoyar el departamento de movilidad, ayudar en la gestión del Servicio Voluntario Europeo. Antes de venir sabía poco sobre SVE y nada sobre como se gestiona. En realidad la organización realiza mucho trabajo y el envío de un voluntario es mucha responsabilidad, aunque parece todo tan simple.
He aprendido a manejar los documentos del Servicio Voluntario Europeo, a contactar con los voluntarios, a informar a todos los jóvenes interesados por teléfono y gestionando uno de los correos del departamento de movilidad, trabajando con Outlook y bases de datos de Excel.
Durante las convocatorias del Servicio Voluntario Europeo he aprendido a contactar con las organizaciones de acogida, seleccionar la información sobre plazas disponibles e informar luego a los posibles candidatos interesados en participar en el programa y finalmente realizar la presentación de los voluntarios a las organizaciones de acogida durante los procesos de selección.
He trabajado con la base de datos de organizaciones del Servicio Voluntario Europeo, acreditadas por la Comisión Europea para encontrar la información sobre las organizaciones y sus proyectos. Asimismo he aprendido a entrevistar a los futuros candidatos y organizar sus dosieres. También, he aprendido a organizar las carpetas de los voluntarios seleccionados en su forma digital y física.
Por último he apoyado en la organización de las formaciones antes de la salida para los voluntarios seleccionados y representé a mi organización en AULA, la Feria anual de IFEMA y en día de solidaridad SOMOS.
Pero ser voluntario no es pasar horas en la organización de acogida, es un mundo mucho más grande. He visto mis amigos antiguos, he hecho nuevas amistades y he conocido personas maravillosas que me hicieron sonreír, los encuentros entre los voluntarios durante las formaciones organizadas por la Agencia Nacional Española eran bastante fructíferos.
Por último he podido visitar las ciudades con las que soñaba: Toledo, Santiago de Compostela, A Coruña, Lisboa, Elche, Zaragoza, Alicante (volver después de 2 años tenía otro sabor). Pueblos pequeños y grandes tales como Muros, Novelda, Santa Pola, vuelta a San Vicente del Raspeig (Alicante), Antiquera, Mollina y ver un etcétera de paisajes de las tierras españolas. Ahora que he vuelto no paro de hablar de mi experiencia con todos mis amigos. Durante todo este tiempo he aprendido mucho y me ha permitido dar un nuevo rumbo a la vida. Todos los momentos pasados durante todo este tiempo quedarán grabados en mi corazón y una razón más para nunca dejar los sueños y seguir luchando por ellos. Un paso adelante, sin mirar atrás.»
Victoria Leng