Paula de Ángel nos cuenta su experiencia en su voluntariado del Servicio de Voluntariado Europeo (SVE) en Francia, donde ha trabajado en el cuidado de personas mayores sin recursos con la organización Les Petits Frères des Pauvres (Hermanos de los Pobres).
En general, lo que más me gusta de mi asociación es el trato a las personas mayores, la cercanía, como si fueran nuestros propios abuelos. La fiesta de Nöel fue una experiencia muy grata para mí. Me emocionó y me pareció muy útil que la asociación prepare una comida el día de Navidad y el día de Año Nuevo. Es realmente en esas fechas cuando las personas mayores de sienten realmente solas, es la fecha más familiar. Me encantó pasar una Navidad diferente.
Me gusta mucho el trato de la asociación a las personas mayores, como si fueran nuestros propios abuelosHe aprendido a ser consciente de la difícil situación en la que se encuentran las personas mayores que viven en precariedad. También he aprendido que una simple muestra de afecto, que cuesta muy poco, vale mucho para una persona sola. No ha sido díficil empatizar con ésta situación porque la he estado viviendo durante la mayor parte de mi proyecto.
En mi opinión, realizar un SVE te ayuda a conocerte mejor, a ser más independiente y autónomo, ese ha sido mi caso. Profesionalmente, he aprendido a trabajar en equipo, mejorar mis habilidades con el francés y el manejo de programas informáticos, buscar soluciones y conocer desde dentro cómo funciona una asociación. Ahora me siento más preparada para mi futuro.
