Namaste desde Jaipur, India. Como ya sabéis hace un par de días comenzó nuestra aventura. Tras un efusivo reencuentro partimos todos juntos desde el aeropuerto de Barajas (Madrid) camino de Dubai, primera parada, camino a Delhi. Dubai (Emiratos Árabes), nos evocaba lujo, excesos,etc. Sin embargo, la imagen q vimos fue como la de una aeropuerto q estaba bien pero como otro cualquiera. Lo q mas nos sorprendió fue el trasiego de gente de un lado a otro a altas horas de la mañana pero tras un rato de espera q pasamos buscando desesperados encontrar conexión wifi, embarcamos rumbo a Delhi. Nuevo avión, nuevos compañeros de viaje (el resto de pasajeros del vuelo), despegue y zas, tras casi tres horas llegamos por fin a Delhi. Aduana, cambio de moneda y salimos.
Primera bocanada de aire cálido y búsqueda de nuestro contacto -el pobre nos lleva esperando algo mas de una hora-. Lo vemos, nos acercamos a toda prisa y con una espléndida sonrisa tras un cartel de Idex nos da la bienvenida y nos dice que le sigamos. ¿Las primeras sensaciones del grupo? Pues como podéis imaginar de todo tipo; calor, color, ruido, caos, etc lo que quizá se podría resumir en un país lleno de contrastes y de un armonioso caos… pero sobretodo la sensación de estar pero sin estar, de vivirlo como un mero espectador no como un actor mas. Sin embargo, la tónica presente en todos es que al fin hemos pisado tierra; estamos en la India!!!! El cansancio, el nerviosismo, la ilusión y las ganas de llegar a nuestro destino final, Jaipur, no puede con nosotros. A pesar de las largas horas de viaje, de la falta de sueño y del calor axfisiante miro a mi alrededor y siempre encuentro una sonrisa. Ya estamos aquí, ¡esto comienza!
Tras, otras casi siete horas en la carretera y alguna q otra cabezada, nos reciben en la sede de Idex dándonos una calurosa bienvenida que no hace más que acompañar al tiempo, estamos asados como pollos (lo que no sabíamos entonces es q en esos momentos no sabíamos lo q es sudar de verdad :), nos reciben imponiéndonos a cada uno con un bindi y un collar de flores… Eso nos hace sentir especiales y con un namaste, una sonrisa y un thank you les ofrecemos el mayor de los agradecimientos. Nos sirven un chai (te indio) y nos preguntan como ha ido y q sabiendo lo cansados q llegamos en breve nos van a distribuir en familias. Me acerco y a cada uno de ellos les muestro mis respetos y les saludo con un apretón de manos (algo q no esta bien visto, ya que puede ser interpretado como flirteo).
Poco antes de excindir el grupo acordamos aprovechar el domingo para recorrer Jaipur y ver cuanto más mejor… Tomamos de nuevo el bus y dejamos a Olga, Teresa, Ana y Chema en una familia, nos dan la bienvenida les acompaño y nos despedimos, y el segundo grupo, Ana, Laura, Aida y Beatriz llegamos a la nuestra y la dueña y el resto de la familia nos reciben. Dejamos nuestras cosas y bajamos a disfrutar de la cena de bienvenida que nos han preparado. Tras un ratito breve nos retiramos cansados y exhaustos a descansar, pensando en amanecer temprano al día siguiente para descubrir algunas de las maravillas de esta ciudad, Jaipur…