Lorena Morante, está realizando un Voluntariado Internacional con el programa Voluntariado e Idioma en Ciudad del Cabo. Hoy nos cuenta cómo está siendo su experiecia allí:
«Se han cumplido dos semanas desde que llegué a Cape Town, y la verdad no ha podido resultar más satisfactoria mi estancia. Cuando salí de Madrid, no voy a negarlo, a la vez que estaba muy ilusionada, me creaba cierto desasosiego ir a un país totalmente distinto, donde me iba a ser muy difícil comunicarme debido a mis enormes limitaciones con el inglés. Y es que en el avión ni las azafatas me entendían cuando les decía «coke», así que yo pensé pues empezamos bien. Pero me resultó bastante tranquilizador encontrar a mi llegada a la encantadora Fadia, la encargada de la ONG de allí, con un cartel con mi nombre. Se encargó de explicarme de manera general la situación en Ciudad del Cabo y me llevó a comer a una de las zonas más comerciales de Cape Town, que nada tiene que envidiar a las de Europa.
Uno de los puntos más importantes que me encanta de estar aquí, es la familia que me ha acogido. Nadia y sus hijos me hacen sentir uno más de la familia. Además, Nadia es muy graciosa, siempre me dice que luego ella va a ir a España y que la tendré que acogerla en mi casa, porque quiere probar la siesta y fiesta, diciéndomelo en español. Además, es profesora en un colegio, y el otro día hicieron la representación del Mundial de futbol, así que mi sorpresa fue mayúscula, cuando el primer día que les vi en unos ensayos, todos estaban vestidos de España, Argentina, Portugal y Brasil. Me recibieron diciéndome “hola” en español y con una sonrisa. Mi ilusión fue enorme, y estaban encantadas con poder hacerme preguntas sobre mí y sobre España, y querían aprender distintas palabras en español. Nadia me pidió que en la actuación hablara en español, representando a Argentina y España. Así que yo encantada de poder colaborar, y es que es imposible devolver el cariño que me está dando.
Yo pensaba que el concierto iba a ser en la escuela, pero resultó ante mi gran sorpresa que era en el teatro más grande de Ciudad de Cabo. La verdad es que estaba muy nerviosa y eso que ni me iban a entender, pero fue un placer poder haber participado, y todo el mundo cuando acabó la función me iba diciendo «adiós» en español, aunque no me conocieran de nada. En esta ciudad tienen siempre los brazos abiertos para acogerte.
Y por último, mi estancia en la ONG St. Anne Home está siendo muy satisfactoria, donde los niños son encantadores, nada más entrar no paraban de abrazarme, de subirse por todos los lados para que les cogiera en caballito, o que les dejara mis pulseras. Así que enseguida les coges un gran cariño y estás deseando llegar al día siguiente. Y es muy bonita la labor que hace la ONG, ya que acogen a mujeres en difícil situación económica, les enseñan diversas herramientas, como por ejemplo elaborar un CV o hacer manualidades, para que sean capaces de desarrollar todo el potencial que llevan dentro, pero por sus difíciles circunstancias personales no han tenido la oportunidad anteriormente. En esos momentos te das cuenta de lo poco que valoramos las cosas, por ejemplo la mayoría de las mujeres tuvieron que dejar de estudiar a los 10 años, y en cambio yo por el mero hecho de haber nacido en otra parte, he podido ir a la universidad. Por lo que tanto ellas, como los niños te tratan con todo el cariño posible, porque agradecen tu labor, pero es al revés, la que les debe estar agradecida soy yo, porque mi ayuda es realmente mínima comparado con todo lo que me están aportando ellos a mí. Estoy segura de que uno de los recuerdos más bonitos y enriquecedores que tendré en mi vida, será mi estancia aquí, y recordaré cada una de sus caras con una sonrisa.»
Lorena Morante
