Estamos viviendo una situación insólita, extraña, incomprensible. La prensa y la televisión nos hablan de manera contradictoria, lo que nos dicen hoy se rectificará mañana porque estamos navegando en la niebla. Lo desconocido nos abruma y desconcierta a todos, el gobierno hace lo que puede y saludamos sus esfuerzos y logros para mantener el país a flote e intentar darnos seguridad. “Estemos unidos y venceremos al virus”. Pero la oposición da un ejemplo pésimo. A nosotros, los ciudadanos de a pie, lo único que nos inspira confianza e interés es el trabajo ingente de todos los que luchan por la vida de los enfermos y los que sostienen nuestra vida diaria, que haya alimentos en las tiendas, que la basura se recoja, que las calles estén limpias, que haya luz y calefacción…. y son millones de personas que verdaderamente suscitan nuestra admiración y reconocimiento.
¿Qué es lo que nos espera después de la crisis sanitaria? ¿Se van a tomar decisiones que corrijan todos los defectos que el virus ha puesto de manifiesto? Defectos que muchos denuncian desde hace años sin que ningún gobierno haga caso. ¿Cómo resolver la crisis climática? ¿Cómo regular el comercio mundial? ¿Cómo solucionar la inmigración? Y, ¿cómo reformar el sistema financiero mundial? Este capítulo es el más importante si queremos de verdad enfrentarnos a los retos que nos plantea un mundo globalizado.
Ningún gobierno hoy está preparado para dar respuesta a estos desafíos, porque son globales y la respuesta tiene que ser global. No hay líderes, decimos, no hay nadie capaz de tomar el timón. Evidentemente no hay nadie, o más bien sí, hay personas que son los que conocen el funcionamiento del mundo, que han vivido en distintos países y que son expertos en los sectores de la sanidad, de la educación, de la economía, del medio ambiente, etc.. Hace falta que estas personas se junten, pongan en común sus conocimientos y su experiencia y que las escuchen los líderes mundiales.
El mundo hoy es demasiado complejo para que políticos nacionales puedan tener las soluciones que necesitamos, lo sabemos todos y no esperamos mucho de ellos. De nuevo, los ciudadanos de a pie, tenemos que reclamar, exigir que expertos de todos los países se junten y tengan voz, indiquen el camino a seguir para enderezar el que está siguiendo el mundo actualmente. Necesitamos el saber y la “expertise”.
Chantal Mayer Savarit – Fundadora y Presidenta de Honor AIPC Pandora