El suicidio es una de las primeras causas de muerte entre los jóvenes en España, junto a tumores y accidentes de tráfico.
Tras la pandemia han aumentado en un 47% las enfermedades mentales en adolescentes -ansiedad, depresión-, los trastornos de conducta -déficit de atención e hiperactividad (TDAH), comportamiento destructivo- y alimentarios -anorexia, bulimia-, las autolesiones y conductas suicidas (Grupo de Trabajo Multidisciplinar sobre Salud Mental en la Infancia y Adolescencia, 7/04/2022).
La Organización Mundial de la Salud (OMS) indica que estas están entre las principales causas de enfermedad y discapacidad entre los adolescentes. Y considera el suicidio como el mayor problema de salud pública de Europa (Informe Salud mental del adolescente, OMS, 17/11/2021).
La juventud española tiene una mejor percepción de su salud física que de su salud mental. Casi la mitad (49%) considera que ha tenido algún problema de salud mental durante 2021, según el II Barómetro Juvenil de Salud y Bienestar (Fundación FAD Juventud, 2021).
El 30% de los usuarios del teléfono 024 de atención a la conducta suicida son menores de 30 años.
Pasar a la acción con la educación
Los adolescentes con trastornos mentales son particularmente vulnerables a sufrir exclusión social, dificultades educativas, estigmatización (que afectan a la disposición a buscar ayuda) comportamientos de riesgo, mala salud física y violaciones de derechos humanos. No ocuparse de los trastornos de salud mental de los adolescentes restringe sus posibilidades de llevar una vida plena en el futuro.
Nel González Zapico, presidente de la Confederación Salud Mental España, indica que “hemos admitido un modelo de vida que provoca demasiada incertidumbre, ansiedad y desesperanza en las generaciones venideras, a las que tampoco estamos sabiendo enseñar a gestionar esos sentimientos”. “Un sistema competitivo, en el que lo común y la comunidad han dejado de tener importancia; donde prima el individualismo; el éxito se mide en términos económicos y los momentos de felicidad se buscan en el consumo y en lo material, con la repercusión que esto tiene, además, en términos medioambientales, para el planeta”.
El presidente de Salud Mental España reclama una asignatura de educación emocional dirigida a los y las adolescentes (identificación y regulación de emociones, respeto a la diversidad, etc.), trabajar en la prevención del suicidio de este colectivo, y que se actúe para prevenir los factores desencadenantes del malestar psíquico de los adolescentes y jóvenes. Entre estos destacan el abuso sexual, el maltrato, el acaso escolar y el ciberacoso, las adicciones (tanto a redes sociales y dispositivos electrónicos como a sustancias), o la escasez y la precariedad del empleo juvenil.
La ministra de Sanidad, Carolina Darias, advierte que “tras demasiado tiempo en silencio, hemos roto el tabú. Tenemos que pasar al debate y a la acción”.
Generar ilusión, amor e igualdad
Cuando en los hackathones de AIPC Pandora, como Impulsando Sueños, se posibilita a los jóvenes un espacio seguro para que identifiquen el reto o problema social que más les preocupa e ideen sus propios proyectos para mejorarlo o transformarlo, una gran mayoría trabaja sobre la salud mental en los jóvenes.
El Comité Pro Salud Mental en Primera Persona y la Red Estatal de Mujeres Salud Mental España ha elaborado un manifiesto que asegura que “tenemos que transformar los síntomas de la tristeza, del cansancio, de la apatía, o de la ansiedad, en emociones como la esperanza o la ilusión. Y para que la vida sea, ante todo, un lugar para vivir”.
Entre las propuestas definidas en el manifiesto, se encuentra conseguir una mayor coordinación entre los ámbitos sanitario y educativo, poner en marcha una asignatura de educación emocional, formar a docentes, sensibilizar a la población juvenil sobre salud mental, y ofrecer más espacios de diálogo y reflexión en los que este sector de la población “no sienta temor o culpa a la hora de exteriorizar los sentimientos más íntimos”.
Emplaza además “a los poderes públicos, y a la sociedad en general, a que hagamos una lectura sincera y exigente de los derechos humanos, y de los valores que los sustentan, como son la igualdad de oportunidades y la no discriminación”.
Incluso en el aparente éxito social, los niveles de autoexigencia pueden ser tan grandes que llevan a la autodestrucción. Hay que transformar la autodestrucción en amor hacia uno mismo/a y hacia los demás. Y lanzar un mensaje de esperanza: De todo se sale y siempre va a aparecer alguien que te va a dar la mano.
El caso de Oportunidad al Talento
Por todo ello es fundamental extender el trabajo con jóvenes como el que hacemos en algunos de nuestros proyectos en AIPC Pandora, que “crean espacios seguros para que las y los jóvenes se conozcan, reconozcan al otro y a la comunidad, comuniquen sus inquietudes, aprendan a relacionarse y actúen juntxs desde ahí para la transformación personal y social”, indica David Rodrigo, Director de Proyectos de innovación socio-educativa y Becas de AIPC Pandora.
En Oportunidad al Talento estamos desarrollando “8 Oportunidades para Entrar en Ti”, un itinerario de 8 meses con la facilitadora Estefanía Morales.
En la tercera formación de este itinerario han aprendido de forma experiencial a mirar al otro y reconocer su belleza y su situación; y a mirarse a uno mismo/a para identificar las creencias y experiencias que nos limitan y liberarnos de ellas.
Hicieron un collage colectivo simbolizando el liberarse de esas limitaciones.
En este sentido, en la Escuela de Facilitadores Jóvenes Changemaker hemos introducido el curso “Cómo facilitar espacios seguros impulsando la exploración interior para generar conexión, escucha, creatividad y desarrollo pleno en lxs jóvenes.”
Nuestros hackathones – como Impulsando Sueños – y campos de voluntariado se convierten en estos espacios seguros.
Oportunidad al Talento es un programa de innovación socio-educativa de tres años clave (de 4º ESO a 2º Bachillerato) y 100% becado, de Excelencia educativa y Liderazgo para el cambio social con visión global, de AIPC Pandora y Fundación Tomillo.
Une Excelencia e Igualdad, impulsando el talento de jóvenes con menos oportunidades por su situación socio-económica para desplieguen todo su potencial, accedan con éxito a estudios superiores y se conviertan en ciudadanos/as globales, líderes y agentes de cambio.
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