ES SALAN W ALEIKUM, Pandora! Somos el grupo que está ahora en Cisjordania realizando un Viaje Solidario. Desde el pasado sábado hemos visitado las ciudades de Nablus, Belén y Hebrón, siempre guiados por nuestros anfitriones en este país.
muro de separación construido por Israel produce una impresión desoladoraDespués de ser recibidos por ellos y llevados a nuestro alojamiento en la ciudad de Nablus, hicimos una visita al campo de refugiados de Askar. Se trata, en realidad, de un espacio abierto con una población de unas 15.000 personas, que se comunica directamente con el resto de la ciudad y de la que está separada por una carretera o incluso en ocasiones por una calle, de tal manera que puede considerarse un barrio o extensión del resto de Nablus. Existen dos colegios financiados por la UNRWA que escolariza a los niños del campo de refugiados, y un hospital que garantiza asistencia sanitaria a todos sus habitantes, si bien son el resultado de diversas modificaciones producidas a lo largo del tiempo, no siempre ha sido así. Visitamos también el Pozo de Jacob, el campo de refugiados de Balata, el más grande de toda Palestina, y el casco histórico de la ciudad de Nablus. Por la tarde, fuimos a la ciudad de Girzim, donde observamos el desarrollo de la fiesta anual samaritana que tiene lugar en esta ciudad.
El domingo estuvimos en Belén. Allí visitamos la Basílica de la Natividad y dimos un paseo por el casco viejo de la ciudad. Más tarde fuimos todos hasta el muro de separación construido por Israel para delimitar el territorio palestino. Su visión produce una impresión desoladora, al igual que las circunstancias que caracterizan la situación de Hebrón, ciudad que hemos visitado hoy.
Acogidos por el Comité de Restauración de esta ciudad, hemos podido conocer el terrible apartheid que sufre la población de Hebrón, ya que Israel ha dividido la ciudad prohibiendo la libre circulación de sus habitantes, ha cerrado calles y comercios, y la vigilancia del ejercito israelí controla Hebrón desde asentamientos militares que rodean toda la ciudad. Se respira un ambiente de máxima tensión apreciable incluso en los niños, aleccionados por los adultos con el fin de protegerlos en todo momento. En Hebrón, los asentamientos se encuentran ocupando zonas del interior de la ciudad, a diferencia de los asentamientos externos que se observan por todo el territorio palestino. Estos asentamientos fueron los primeros en Palestina.
Ha sido una experiencia sobrecogedora.
