Buenas a tod@s compañer@s,
Estamos en la recta final del microproyecto y nos cuesta creer que el tiempo haya pasado tan rápido. Mañana a primera hora abandonaremos Saraguro después de dos semanas bastante intensas, en las que no hemos parado ni un segundo.
Ayer por la mañana nos despedimos de una de las comunidades asignadas: Las Lagunas. Queríamos hacer algo que hiciera inolvidable nuestro último día con los niños de Las Lagunas y creemos que lo conseguimos. Para los más tempraneros empezamos con diversos juegos mientras algunos de nosotros íbamos organizando las actividades a realizar durante el día. Después organizamos a los niños por grupos y dimos comienzo a una gymkana que incluía de todo: carrera de carretillas, carrera de tobillos atados, relevos…a mediodía paramos las actividades para coger fuerzas y degustar la comida que los chiquillos habían traído de sus casas y que compatieron con nosotros y los demás niños. Tras el almuerzo una peli para seguir cogiendo fuerzas y descansar del calor sofocante que hacía fuera. Aún quedaba mucha tarde por delante y tras la peli fuimos finalizando con el resto de actividades planificadas: dibujo de un mural con pinceles, busca el caramelo en la harina, coreografía organizada con los niños. Al final de la tarde se organizó una sesión de puertas abiertas para que los padres pudieran comtemplar las manualidades y trabajos realizados por los niños durante los 8 días de microproyecto. Para finalizar, cena y actuación de dos grupos de baile y música andina.
Hoy la despedida ha sido en Kiskinchir, y al igual que ayer hemos podido disfrutar de un día soleado y veraniego. En esta ocasión las actividades se prolongaron únicamente por la mañana y a pesar del intenso calor los niños se mostraron igualmente de participativos que los de Las Lagunas. Tras la comida, les hemos entregado un diploma por su participación activa durante el transcurso de estas dos semanas con ellos y así hemos dado por concluído nuestro trabajo con los niños de Saraguro.
Ha habido palabras emocionantes de despedida pero lo mejor de todo el abrazo cariñoso de los niños, que estaban apenados por nuestra marcha y preguntaban «Cuándo vuelven, cuándo vuelven».
En pocas horas tambien nos despedimos de la gente de Fundación Kawsay, de las familias de acogida y del resto de la gente que nos ha acogido estupendamente, en una fiesta de integración e intercambio cultural.
Y en pocos días, regresamos a España, previo paso por lugares más calidos de Ecuador.
Un saludo y un fuerte abrazo a tod@s los seguidores del blog.
