El momento de las preguntas y las dudas.
BrasilYa han pasado las dos primeras semanas de trabajo. Y cada vez más no paramos de preguntarnos que quedara de lo que estamos haciendo.
Seguro que como mínimo las paredes pintadas. Primera vez para muchos que nos enfrentabamos a la llana, la espatula, la brocha y el rodillo. Y hemos vencido porque somos muy cabezotas, y más aún, porque somos un equipo.
Eso nos hace pensar que lo que también quedara es eso, el sentimiento de unión, de trabajo en equipo, que hemos construido.
Quedara también una señora que ha aprendido a entrar en Internet por primera vez en su vida. Dos sesiones de cine con los más pequeños y un montón de talleres donde estamos trabajando muchas cosas. Entre ellas el refuerzo del respeto a los demás, y la igualdad entre niños y niñas. También nuevos adeptos a la música gracias a las clases a los más noveles. Y una madre encantada con los progresos que en dos semanas esta viendo con Marvin, su hijo con síndrome de Down.
Lo sentiremos por la dueña del bar donde comprábamos las cervezas. Por el agujero que quedara en su bolsillo.
También queremos contar que el proyecto Leaozinho se vuelve mas solido si cabe. Uno de los profesores de este año, miembro de la comunidad, ha dado el paso adelante para continuar la labor de coordinar, organizar, hacer seguimiento a los chavales.
Ahora, lo que esta quedando en cada uno de nosotros… nos lo guardamos.
Con el fin de semana recién terminado, con las pilas cargadas otra vez a tope, con dos bajas en el grupo (retornos prematuros a Espãna) afrontamos los últimos cuatro días. Un poquito de congoja en el corazón y la sensación de que queremos una semana más, o dos, o tres, o un año.