Buenas noches a tod@s. Hoy me siento inspirada y con ganas de contaros las cosas, será porque ha salido el sol y eso me ha animado bastante.
María Cano, voluntaria de SVELlevo un mes viviendo aquí y tengo que reconocer que se me ha pasado muy rápido, supongo que eso es buena señal.Estoy intentando disfrutar cada día y agarrarme a cada oportunidad que me aparece en este camino. En estos días he establecido mi rutina de trabajo. Ya no tengo ese caos de los primeros días en los que no sabía muy bien dónde tenía que ir, cómo ir y qué hacer. Normalmente estoy trabajando “Mesta” (nombre del centro juvenil). Allí los jóvenes pasan las tardes y yo intento ayudar en todo lo que puedo: jugamos a las cartas, al billar o ping-pong, algún día realizamos manualidades, etc. Mi próximo reto, hacer un mural en una de las paredes del centro, ya os iré informando de los progresos.
La semana pasada pude participar en mi primer campamento finés. Me fui, durante tres días, con los jóvenes de “Vessu” (otro de los centros juveniles donde colaboro) a disfrutar de la naturaleza. Los campamentos están situados en lugares de cuento. Normalmente rodeados de bosques, con lagos cercanos y un encanto especial. Allí fui la encargada de una de las cabañas de las chicas. Después de varios veranos sin ir al campamento de Gandullas, ya echaba de menos el estar en uno y durante esos días me acordé de un montón de anécdotas vividas con mi súper equipo de monitores (pequeña morriña). Volviendo al campamento, tenía a mi cargo a 10 chicas, de las cuales, la mayoría no hablaba muy bien inglés. El truco es ver quién sabe más inglés y usarle de traductor jajaja. Pero resultó una agradable convivencia con ellas y me lo pasé muy bien. Hicimos juegos al aire libre, jugamos al hockey, caminamos por la naturaleza y el último día fuimos a esquiar. Algunos sabéis que me apasiona y puedo decir que ese día disfruté como una enana.
Sigue toda la experiencia de María Cano en el blog www.unsegundoporvivir.blogspot.com.es