Apenas dos semanas aquí y ya nos sentimos como en casa. Aunque aquí todo es diferente, el ritmo, la luz, los olores, los sabores… La gente es encantadora y nos tratan con mucho cariño.
El proyecto marcha sobre ruedas. Fue difícil al principio porque tuvimos que adaptar nuestras expectativas a la realidad que nos encontramos. Pero poco a poco coordinándonos con el personal del centro fuimos dando forma a las acciones que vamos a llevar a cabo en el microproyecto de este año. Finalmente hemos planteado tres líneas de trabajo.
Disfrutando de Trujillo y sus gentesPor un lado las charlas formativas a los profesionales del centro y de otros colegios de la región, con los que estamos compartiendo experiencias en el trabajo con niños con necesidades educativas especiales.
Por otro, el apoyo en las aulas, donde incluyéndonos en la dinámica de las clases, observamos necesidades y sugerimos actividades nuevas.
Por último, pero no menos importante, la puesta en marcha de un grupo de apoyo entre los padres y las madres de los alumnos, que está siendo un gran éxito. La idea es ofrecerles un espacio donde compartir experiencias e inquietudes con otros papás que están viviendo situaciones similares y establecer así una red de apoyo mutuo.
Tanto el personal del centro, como las familias están muy involucrados y entusiasmados con el proyecto, lo que para nosotras supone un gran aliciente y a pesar de que empezamos a sufrir algunos de los típicos malestares físicos (sin entrar en detalles) seguimos aquí al pie del cañón. Que cada día veamos que nuestras charlas y actividades estén llegando de una manera tan directa a los profes y los padres es una gran recompensa para nosotras y ha reducido en gran parte ese nivel de incertidumbre con el que empiezan todos los proyectos. Nos quedan sólo unos días más, pero intensos y emocionantes, cada día nos llevamos algo nuevo tras el trabajo.
Pero no todo es trabajar!!! También estamos exprimiendo al máximo nuestro tiempo libre. Hemos visitado las Huacas del Sol y de la Luna, que son un complejo arqueológico situado a unos cinco kilómetros al sur de Trujillo, en el distrito de Moche. Son dos edificios: la Huaca de la Luna, destinado a los ritos ceremoniales destinados a la divinidad moche llamada Ai apaec o el dios degollador o dios de la montaña. La Huaca del Sol, está actualmente en estudio, por lo que no se puede visitar. Este edificio estaba destinado al gobierno de la región. Este sitio arqueológico representó físicamente la capital de la Cultura Mochica desde el siglo I a. C. hasta el siglo IX.
A parte de las interesantes visitas arqueológicas, también nos estamos empapando (literalmente) de la cultura local. Huanchaco es famoso en la región por el Surf, y no podíamos quedarnos sin la oportunidad de probar! Algunas con más fortuna que otras, pudieron “pararse” en la tabla, otras simplemente lo intentamos, pero para todas fue una experiencia realmente divertida!
También estamos acudiendo a clases de salsa, lo cual nos ha permitido la pasada noche, acudir a una Peña, típico lugar peruano, con música y bailes folclóricos en vivo, donde la gente en general sale y saca a bailar… Hemos dejado alto el pabellón español, aunque todavía algunas no controlemos el golpe de cadera!
Ah! Por cierto, si alguno en España no se ha enterado, el miércoles 24 de agosto, a las 13.00, hora local, Perú fue sacudido por un Sismo de grado 7 en la escala de Richter, con epicentro en la selva (frontera con Brasil), que se notó en todo el país, aunque nosotras apenas notamos un temblor. Estamos todas bien, tranquilos.
Ayer por la mañana hicimos un tour por la región con otros voluntarios, para conocer otros proyectos de la coordinadora local “Otra cosa network” y así detectar necesidades para potenciales microproyectos futuros.
El tiempo va pasando y ya sólo nos queda una semana, pero tenemos todavía muchas ideas que aportar en el proyecto, quizás más que cuando empezamos! Tenemos muchos sitios que visitar, todavía muchas experiencias que vivir con la gente de Huanchaco, pero sobre todo tenemos todavía intacta la ilusión por seguir disfrutando cada minuto que pasemos en Perú!