Cuando llegas a Saint Louis lo primero que te impacta es el movimiento, la vida de la calle, los mercados, los colores, el humo de los coches, el bullicio, la suciedad, el olor.
Empezamos a trabajar. Conocemos a Fátima, a Moussa Diop, y a otros compañeros del Conseil de Quartier, tenemos varias reuniones, nos abruman con información acerca de la realidad del Quartier Sud y de los niños talibé. Visitamos dos escuelas coránicas (daaras): impactante. Poco a poco vamos comprendiendo… quizá, la situación de estos niños que recorren mendigando toda la ciudad.
Con el pretexto de nuestra colaboración se han conocido entre sí diferentes agentes que intervienen en el problema. Nos habituamos a otra forma de trabajar, aprendemos, erramos, cambiamos nuestra concepción de la situación. Y, finalmente, tras una participativa lluvia de ideas, acordamos, entre todos, acciones para atacar desde distintas perspectivas el problema de los niños talibé: alimentación, salud, higiene, educación, legislación…
Tras un expléndido fin de semana con djembés en la playa, mañana empieza el trabajo en la calle. Seguiremos contando.
