Este 10 de diciembre se cumple el 62º aniversario desde que la Asamblea General de las Naciones Unidas aprobara la Declaración Universal de los Derechos Humanos en la que se establece que el respeto a la dignidad intrínseca y los derechos iguales e inalienables de todas las personas son los fundamentos para la libertad, la justicia y la paz en el mundo. Dos años más tarde, en 1950, se invitó a todos los Estados y organizaciones interesadas a que el 10 de diciembre se observara el Día de los Derechos Humanos como compromiso ético para promocionar y defender los derechos humanos (DD.HH) en el mundo.
La doctrina de los DD.HH postula que todos los seres humanos nacen libres e iguales en dignidad y derechos, sin distinción alguna basada en la etnia, color, sexo, idioma, religión, opinión política o de cualquier otra índole, origen nacional o social, posición económica, nacimiento o cualquier otra condición. Además, se postula que tampoco se hará distinción alguna fundada en la condición política, jurídica o internacional del país o territorio de cuya jurisdicción dependa una persona. Es decir, son derechos que tenemos todas las personas por el solo hecho de haber nacido y son, por esto mismo, inalienables, irrenunciables, intransferibles e indivisibles. Desde AIPC Pandora no sólo queremos recordar esta fecha tan importante sino que queremos reflexionar sobre cómo es posible que, transcurridos 62 años de esta declaración, aún se sigan vulnerando y violando los derechos humanos alrededor del mundo. ¿Vemos sólo algunos ejemplos?
Día Internacional de los Derechos HumanosTodo individuo tiene derecho a la vida, a la libertad y a la seguridad de su persona. Hay millones de personas que mueren en los Países del Sur por falta de acceso a bienes y servicios básicos como, por ejemplo, el agua potable.
Nadie estará sometido a esclavitud ni a servidumbre, la esclavitud y la trata de esclavos están prohibidas en todas sus formas. Se estima que hoy en día son 2,5 millones las víctimas de trata con fines de explotación sexual, trabajo esclavo, semi-esclavo o servicios forzados, servidumbre (incluyendo en matrimonio servil) y/o ablación de órganos.
Nadie será sometido a torturas ni a penas o tratos crueles, inhumanos o degradantes. 59 países continúan aplicando la pena de muerte hoy en día. Las personas son condenadas sin el debido proceso judicial y halladas culpables en base a ‘confesiones’ conseguidas bajo tortura y coerción.
Toda persona tiene derecho a circular libremente y a elegir su residencia en el territorio de un Estado, así como salir de cualquier país, incluso del propio, y a regresar a su país. Hoy en día la discriminación y la xenofobia endurecen las leyes migratorias de los países receptores de inmigración, se deniegan los ingresos y se incrementan las deportaciones, negando a cientos de miles de personas la única posibilidad de tener una vida digna y una mínima perspectiva de futuro.
Toda persona, como miembro de la sociedad, tiene derecho a la seguridad social, y a obtener, mediante el esfuerzo nacional y la cooperación internacional, habida cuenta de la organización y los recursos de cada Estado, la satisfacción de los derechos económicos, sociales y culturales, indispensables a su dignidad y al libre desarrollo de su personalidad. Actualmente hay cerca de 900 millones de personas en situación de extrema pobreza a nivel global. Frente a esto, obviando alevosamente los Objetivos de Desarrollo del Nuevo Milenio, los gobiernos de los países desarrollados presentan planes de austeridad para afrontar la crisis (producto de la especulación financiera con la que se benefició una minoría en detrimento de la mayoría).
Desde luego que en las últimas décadas se han realizado avances muy positivos en esta materia, pero aún queda mucho por hacer y múltiples modos de hacerlo: firmando petitorios, reenviando información, sensibilizando a la gente que te rodea, participando de acciones en la calle, … Y tú ¿qué harás el 10 de diciembre a favor de los derechos humanos?